El proyecto se despliega sobre 74 hectáreas, con lotes de una hectárea y de hectárea y media, y se estructura a partir de tres componentes que conforman una experiencia residencial integral. El eje central es el barrio cerrado de chacras, donde las amplias parcelas habilitan una forma de vida marcada por la privacidad, el silencio y la libertad, con viviendas que pueden adaptarse en escala y diseño al estilo de cada familia, manteniendo una relación constante con el paisaje natural dentro de un entorno planificado y seguro.

Este núcleo residencial se complementa con el Pueblito de Arbórea, un espacio de encuentro que incorpora servicios, comercio y propuestas vinculadas a la gastronomía, el bienestar, la cultura y la hotelería, aportando centralidad, dinamismo y autonomía al desarrollo, además de fortalecer la vida comunitaria.

Finalmente, el área náutica completa la propuesta al integrar de manera directa el lago Ypacaraí a la experiencia cotidiana, ofreciendo acceso al agua y actividades recreativas que amplían el disfrute del entorno natural, articulando la vida de chacra con la dimensión acuática en un equilibrio entre naturaleza, exclusividad y estilo de vida.