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Construcción Sostenible en Paraguay: ¿Por Qué Sigue Siendo una Apuesta Inteligente?

Construcción Sostenible en Paraguay

En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental, la industria de la construcción está adoptando prácticas sostenibles como parte esencial de su evolución. Este cambio no solo responde a exigencias normativas o tendencias internacionales, sino también a una demanda creciente por parte de consumidores que valoran la eficiencia, la salud ambiental y el ahorro a largo plazo. En Paraguay, los desarrolladores y agentes inmobiliarios tienen hoy una oportunidad clave: comunicar los beneficios de los edificios sostenibles no solo como una elección responsable, sino como una decisión estratégica que agrega valor tangible a cada proyecto.


Uno de los principales argumentos a favor de la construcción verde es la reducción significativa del consumo energético. Los edificios sostenibles están diseñados para optimizar el uso de energía desde su concepción, minimizando la dependencia de fuentes no renovables gracias a la incorporación de tecnologías como paneles solares, aislamiento eficiente, iluminación LED, y sistemas inteligentes de climatización. Esta eficiencia no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también representa un ahorro significativo en los costos operativos para los ocupantes y propietarios. Este tipo de ahorro puede marcar una diferencia crucial a la hora de comercializar un inmueble, especialmente cuando se trata de clientes informados que priorizan inversiones con impacto a largo plazo.


Otro aspecto cada vez más valorado por compradores es la calidad del ambiente interior. Los edificios sostenibles priorizan el bienestar de sus usuarios a través del uso de materiales no tóxicos, una ventilación adecuada y un diseño que favorece la entrada de luz natural. Esto se traduce en espacios más saludables, con menor presencia de contaminantes interiores y condiciones ideales de temperatura, humedad y luminosidad. Estudios recientes de Harvard indican que los ambientes con mejor calidad de aire interior pueden aumentar la productividad hasta un 10% y reducir significativamente la incidencia de enfermedades respiratorias y alergias. Esta ventaja no solo es relevante en contextos residenciales, sino también en edificios corporativos, donde el confort influye directamente en el desempeño laboral.


La sostenibilidad también se refleja en la eficiencia hídrica. Los sistemas de recolección de agua de lluvia, el uso de griferías de bajo consumo y diseños paisajísticos que minimizan el riego no solo reducen el impacto ambiental, sino que permiten un uso racional de un recurso cada vez más valioso. En Paraguay, donde las variaciones climáticas y los períodos de sequía comienzan a ser más frecuentes, contar con edificaciones que optimicen el uso del agua representa una ventaja competitiva y una muestra de responsabilidad social. Este enfoque también puede facilitar futuras alianzas con organismos multilaterales o incentivos fiscales a proyectos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).


La elección de materiales es otro pilar de la construcción sustentable. Priorizar insumos reciclados, locales o con menor huella ecológica no implica una pérdida de calidad; por el contrario, permite una mayor durabilidad, menos mantenimiento y una estética diferenciadora. En este sentido, los desarrolladores pueden comunicar que la eficiencia en el uso de materiales se traduce en obras mejor planificadas, con menos desperdicio y mayor control de costos durante la ejecución. Además, el uso de materiales certificados, como maderas provenientes de bosques gestionados de manera responsable o pinturas libres de compuestos orgánicos volátiles, refuerza el compromiso ambiental ante un consumidor cada vez más exigente.


Desde el punto de vista del valor patrimonial, un edificio sostenible tiene un potencial de revalorización superior. Su diseño moderno, sus prestaciones de confort, sus menores costos operativos y su alineación con las nuevas normativas urbanas lo convierten en una inversión inteligente. Esto es especialmente atractivo para compradores conscientes, jóvenes profesionales y familias que buscan no solo una vivienda, sino un estilo de vida coherente con sus valores. Adicionalmente, el creciente interés por inversiones de impacto ha llevado a que instituciones financieras consideren positivamente los desarrollos sostenibles a la hora de otorgar créditos o financiamiento en el mundo.


Los edificios sostenibles también ayudan a aliviar la presión sobre los servicios urbanos. Al consumir menos energía, agua y generar menos residuos, su impacto sobre los recursos locales es menor, lo que beneficia a las ciudades y comunidades en su conjunto. En un contexto de crecimiento urbano acelerado, esta ventaja adquiere un valor estratégico para municipios y gobiernos que buscan una planificación urbana equilibrada. De hecho, algunas municipalidades en América Latina ya están considerando bonificaciones fiscales o beneficios en tasas de aprobación para proyectos que demuestren cumplir criterios de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental.


Sin embargo, es importante recalcar que la Junta Municipal de Asunción, en junio del 2024, derogó la Ordenanza 128/17, que regulaba y establecía las normas sobre las construcciones sostenibles en la ciudad. En la extinta normativa, los incentivos tributarios podían representar entre un 38% e incluso hasta un 90% de ahorro en el impuesto a la construcción, además de contemplar tasas anuales especiales con descuentos de hasta el 50%. También se preveían reconocimientos institucionales para los proyectos que se ajustaran a estos estándares. Esta decisión genera un escenario menos favorable para la promoción activa de construcciones verdes a nivel municipal, por lo que se vuelve aún más crucial el esfuerzo del sector privado por seguir impulsando este tipo de desarrollos.


El reto para el mercado inmobiliario en Paraguay es doble: por un lado, continuar promoviendo prácticas de diseño y construcción sustentables desde la etapa de proyecto; por otro, comunicar sus beneficios de forma efectiva al consumidor final. El concepto de sustentabilidad debe dejar de percibirse como un lujo o una tendencia externa, para consolidarse como una característica esencial del valor inmobiliario. Hoy más que nunca, construir de manera sustentable no es solo una decisión técnica o ambiental, sino una estrategia comercial con impacto positivo para todos los actores del mercado. La adopción de estos enfoques posiciona mejor a los desarrollos ante un consumidor informado, facilita el acceso a nuevos mercados, y contribuye a una visión más equilibrada y resiliente del crecimiento urbano en Paraguay.

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