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ESSAP Pone en Marcha un Histórico Plan de Renovación de 500 km de Tuberías en Asunción

  • Foto del escritor: Carlos E. Gimenez
    Carlos E. Gimenez
  • 17 sept
  • 4 Min. de lectura

Un plan sin precedentes busca modernizar el 40% de la red de agua potable de Asunción, con una inversión de G. 96 mil millones y un impacto directo en más de medio millón de habitantes.


ESSAP

La infraestructura invisible de una ciudad — que corre bajo las calles y garantiza el acceso cotidiano a servicios básicos— pocas veces ocupa el centro de la agenda pública. Sin embargo, Asunción acaba de dar un paso trascendental en este sentido. La Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay S.A. (ESSAP) anunció el inicio de un plan de renovación de 500 kilómetros de tuberías de agua potable, una intervención de magnitud inédita que promete transformar la calidad del servicio para más de medio millón de habitantes de la capital.


Se trata de la mayor renovación de redes de agua potable en la historia de Asunción: cerca de 5.000 cuadras verán reemplazadas sus cañerías, lo que equivale al 40% del total de la red urbana. Con una inversión superior a los G. 96 mil millones, este proyecto no solo responde a la urgencia de modernizar un sistema con más de medio siglo de antigüedad, sino que también se proyecta como una apuesta estratégica para garantizar la sostenibilidad del abastecimiento en una ciudad en constante crecimiento.


A través de su Gerencia de Redes Asunción y Área Metropolitana, la ESSAP realizó un diagnóstico técnico que permitió identificar los tramos más críticos de la red. Gran parte de las tuberías existentes están fabricadas con materiales hoy considerados obsoletos, como el asbesto-cemento y el hierro dúctil galvanizado. Estas serán sustituidas por caños de última generación en PVC, PVSO y PAV de alta densidad, capaces de soportar mayores presiones, resistir la corrosión y garantizar una vida útil significativamente más prolongada.


La magnitud del plan se refleja no solo en la extensión de los trabajos, sino en la movilización de recursos humanos que demandará. Unas veinte cuadrillas de capataces y auxiliares se desplegarán diariamente en distintos frentes de obra, con el objetivo de cumplir los plazos previstos y asegurar que la cobertura abarque progresivamente a los 68 barrios de la capital. El cronograma establece un horizonte de entre 24 y 30 meses para la conclusión total de los trabajos, aunque desde las primeras intervenciones ya se esperan mejoras visibles.


ESSAP

La primera etapa de ejecución abarca arterias estratégicas como Capitán Aparicio Figari, la avenida Santísima Trinidad y la calle Teniente Vicente Flores. Estos puntos no fueron elegidos al azar: se trata de sectores donde la red actual presenta un alto índice de averías, generando recurrentes pérdidas de agua y reparaciones que, hasta ahora, solo representaban soluciones paliativas.

Con la sustitución de los caños, la ESSAP busca resolver de manera definitiva un problema que se arrastra por décadas. “Hoy en día, cuando acudimos con las cuadrillas a reparar un caño roto, encontramos que la profundidad muchas veces no se ha respetado. Ya de nada sirve buscar culpables en la instalación de los mismos, sino más bien enfocarnos en la solución y hacer los trabajos en forma”, señalaron desde la empresa estatal.


La renovación de 500 kilómetros de redes impactará directamente en tres ejes fundamentales del servicio. Primero, permitirá aumentar la presión del agua, un reclamo recurrente de los usuarios en varios barrios de la ciudad. Segundo, reducirá drásticamente las pérdidas por fugas, que representan no solo un perjuicio económico para la empresa, sino también una contradicción en tiempos donde la eficiencia hídrica es un imperativo global. Y tercero, garantizará una mayor continuidad del suministro, disminuyendo la frecuencia de cortes imprevistos por roturas o emergencias técnicas.


Desde una perspectiva urbana, la magnitud de este proyecto también adquiere un carácter estructural. La intervención masiva en el subsuelo capitalino constituye una inversión de largo plazo que acompaña la transformación de Asunción hacia un modelo de ciudad más densa, vertical y demandante en servicios. En este sentido, la modernización de las redes de agua potable no solo mejora la experiencia cotidiana de los usuarios, sino que también genera confianza para el desarrollo inmobiliario y empresarial en la capital.


Han pasado más de 50 años desde que Asunción recibió su última gran intervención en materia de cañerías. El paso del tiempo, sumado a la falta de inversión sostenida en infraestructura básica, convirtió al sistema en un entramado vulnerable, donde cada reparación de emergencia revelaba la necesidad de una renovación integral. El plan que ahora se pone en marcha no es, por tanto, una obra más, sino un hito histórico que salda una deuda estructural con la capital del país.

La ESSAP, al anunciar la renovación, hizo hincapié en que esta apuesta refleja un compromiso con la modernización de la infraestructura sanitaria y con la universalización del acceso a servicios públicos de calidad. Más allá de las cifras de inversión, la verdadera medida del impacto estará en la vida cotidiana de las familias: un caño que no se rompe, un tanque que se llena con mayor rapidez, un suministro que ya no se interrumpe sin previo aviso.


La renovación de 500 kilómetros de tuberías en Asunción constituye un punto de inflexión para la ESSAP y para la ciudad. En un contexto donde la resiliencia urbana y la sostenibilidad de los servicios básicos se vuelven determinantes para la competitividad de un centro urbano, la intervención no solo resuelve problemas del presente, sino que también sienta las bases para el futuro.


La capital del Paraguay, que se expande y transforma día a día, necesitaba una obra de esta envergadura. Bajo sus calles, el cambio ya comenzó. Y aunque llevará dos a tres años culminarlo, cada tramo renovado será un testimonio tangible de una ciudad que empieza a modernizarse desde lo más profundo de su infraestructura.

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