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Paraguay, en la Mira Global: Estabilidad, Baja Carga Fiscal y Crecimiento Sostenido

En los últimos años, Paraguay ha dejado de ser un mercado periférico para convertirse en uno de los destinos más atractivos para la inversión extranjera en Sudamérica. La estabilidad macroeconómica, el régimen fiscal competitivo y la abundancia de recursos naturales han captado la atención de analistas, medios internacionales e inversores institucionales, posicionando al país como una opción estratégica para el desarrollo de negocios a largo plazo.


Paraguay

Según datos del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), solo en 2024 Paraguay atrajo a más de 1.100 empresas provenientes de 55 países, siendo Argentina, Brasil, Bolivia, Estados Unidos y Chile los principales emisores de inversión. Esta cifra no es aislada: de acuerdo al Banco Central del Paraguay, la inversión extranjera directa (IED) alcanzó los USD 9.966,6 millones al cierre del tercer trimestre de 2024, representando un aumento del 4,1% respecto al mismo período del año anterior.

Este flujo de capital está motivado, en gran medida, por la solidez de la economía paraguaya. En julio de 2024, la calificadora Moody's otorgó al país el grado de inversión por primera vez en su historia, con una calificación Baa3 y perspectiva estable. Este hito fue celebrado ampliamente, ya que implica una mayor confianza para los mercados financieros globales y facilita el acceso a créditos con menores tasas para el país y sus empresas.

Luego de ser el país con mayor crecimiento en la subregión en 2024, Paraguay seguiría ubicándose entre las economías más dinámicas este año. El 3,8% de crecimiento previsto para el 2025 por el FMI, lo ubicaría solo por detrás de Argentina, que experimentaría una expansión del 5,5% de su economía este año.

Uno de los principales diferenciales de Paraguay frente a sus vecinos es su estabilidad macroeconómica. Mientras que otras economías de la región enfrentan inflación elevada y crisis fiscales, Paraguay ha mantenido una política monetaria prudente, una inflación moderada y una deuda pública controlada.

Además, el país cuenta con uno de los regímenes fiscales más competitivos de América Latina. El Impuesto a la Renta Empresarial (IRE) tiene una tasa del 10%, una de las más bajas de la región. A esto se suma un Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 10%, considerado también entre los más bajos de América Latina, lo que reduce la carga fiscal sobre el consumo. La estructura tributaria paraguaya, en conjunto, genera una presión fiscal total que ronda el 11,4% del PIB, una de las más bajas del continente, lo que brinda mayor margen para la rentabilidad empresarial.

Paraguay también cuenta con políticas de incentivo claras y accesibles, como la Ley 60/90, que otorga exoneraciones arancelarias e impositivas a proyectos de inversión nacional o extranjera que cumplan ciertos requisitos estratégicos. Esta ley permite a las empresas importar bienes de capital, materias primas e insumos sin pagar aranceles ni el IVA, fomentando así la instalación de industrias y el desarrollo productivo local. Asimismo, existen regímenes especiales como las zonas francas, donde las empresas pueden operar con beneficios fiscales significativos, incluyendo la exoneración total de impuestos nacionales, siempre que su producción esté destinada a la exportación.

Asimismo, existen regímenes especiales como las zonas francas, donde las empresas pueden operar con beneficios fiscales significativos, incluyendo la exoneración total de impuestos nacionales, siempre que su producción esté destinada a la exportación. Esta combinación de baja carga tributaria, estabilidad normativa y estímulos a la inversión posiciona a Paraguay como un entorno ideal para proyectos de mediano y largo plazo, especialmente en sectores como manufactura, logística, agroindustria y tecnología.


En paralelo al auge de la inversión productiva, Paraguay también comienza a posicionarse como un destino atractivo para nómadas digitales y expatriados. Su régimen fiscal favorable, el bajo costo de vida, la estabilidad económica y la creciente conectividad digital han captado la atención de trabajadores remotos y profesionales independientes que buscan un entorno seguro y accesible en América del Sur. Asunción, en particular, ha visto un aumento en la llegada de residentes extranjeros que valoran la tranquilidad de la ciudad, su vida cultural emergente y la posibilidad de establecer una base operativa sin las complejidades regulatorias de otros mercados de la región. Esta tendencia no solo dinamiza el mercado inmobiliario —especialmente en alquileres temporales y residencias urbanas—, sino que también amplía el ecosistema de consumo, aportando diversidad y capital humano al tejido social y económico del país.

La ubicación geográfica también juega un rol estratégico. Paraguay se encuentra en el corazón del Mercosur, con acceso a mercados de más de 300 millones de consumidores. A través de la hidrovía Paraná-Paraguay, se conecta con los puertos del Atlántico, facilitando las exportaciones.

En cuanto a recursos, Paraguay cuenta con una de las matrices energéticas más limpias y baratas del mundo, gracias a la energía hidroeléctrica producida por las represas de Itaipú y Yacyretá. Este factor ha sido clave para atraer inversiones en industrias electrointensivas, como centros de datos, manufactura y agroindustria.

El dinamismo económico y el aumento del consumo interno también han impulsado un crecimiento sostenido del sector inmobiliario. Proyectos residenciales, comerciales y corporativos se multiplican en ciudades como Asunción, Luque, San Lorenzo, Encarnación, Nueva Asunción y Ciudad del Este, reflejando la demanda de una clase media en expansión y el interés de inversores por capitalizar la valorización de los terrenos.

Desarrolladoras locales y extranjeras están apostando por modelos innovadores como comunidades cerradas, usos mixtos, edificios sustentables y formatos orientados al alquiler. En particular, el sector corporativo ha visto un auge de nuevos edificios AAA y centros logísticos, mientras que el segmento residencial de gama media y media-alta sigue liderando en ventas. Además, el precio por metro cuadrado en Paraguay sigue siendo competitivo en comparación con otros mercados de la región, lo que permite márgenes atractivos y oportunidades de plusvalía.

Por otro lado, el acceso a financiamiento ha comenzado a mejorar, con bancos locales ofreciendo líneas de crédito hipotecario más competitivas y nuevas herramientas financieras como los fideicomisos de inversión inmobiliaria (FIBRAS) comenzando a surgir en el ecosistema. Del 2019 al 2024, los créditos a la vivienda pasaron de 422 millones de dólares a 996 millones de dólares, más que duplicando el monto de los créditos en solo cinco años. Esto ha dinamizado tanto la oferta como la demanda, permitiendo una mayor profesionalización del sector.

Paraguay ha logrado consolidar una narrativa positiva ante el mundo: la de un país emergente, estable, accesible y con margen de crecimiento. Organismos multilaterales y analistas coinciden en que el país está en una etapa de madurez para recibir inversiones de impacto, especialmente en sectores como infraestructura, energías renovables, agroindustria, servicios digitales e inmobiliario.

La ubicación estratégica de Paraguay, en el corazón del Mercosur, también es un factor diferencial. Su conectividad con Brasil, Argentina y Bolivia permite operar como un hub logístico regional, una ventaja que se ve potenciada por el bajo costo de la energía proveniente de hidroeléctricas como Itaipú y Yacyretá. Este contexto ha impulsado el interés por desarrollos inmobiliarios vinculados a la infraestructura, zonas industriales, centros de distribución y nuevas urbanizaciones planificadas.

No obstante, aún existen desafíos que deben atenderse para sostener esta tendencia: mayor inversión en infraestructura pública, fortalecimiento institucional, acceso a financiamiento para pymes, y mejora en los sistemas de transporte y conectividad. También será clave mantener políticas que den previsibilidad jurídica y acompañen el crecimiento urbano con planificación sostenible.

Paraguay ya no es un secreto. Lo que antes era una oportunidad vista solo por inversores audaces, hoy se consolida como una elección estratégica para quienes buscan crecimiento con estabilidad. La mirada internacional está puesta en el país, y con razón. Con políticas adecuadas y visión de largo plazo, Paraguay tiene todos los elementos para convertirse en uno de los hubs de desarrollo más prometedores de la región.

 
 
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