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Adentro de Distrito Perseverancia: Donde la Ciudad Se Piensa, No Solo Se Construye

  • Foto del escritor: Carlos E. Gimenez
    Carlos E. Gimenez
  • 9 jul
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 10 jul

Un recorrido por la idea, el diseño y los detalles que dan forma al proyecto urbano más minucioso en ejecución en Paraguay.


Distrito Perseverancia

En una Asunción que crece entre tensiones urbanas, fragmentación territorial y desafíos de infraestructura, hay desarrollos que trascienden la lógica inmobiliaria tradicional. Uno de ellos es Distrito Perseverancia. Este proyecto no nació como una simple oportunidad de inversión, ni como un emprendimiento surgido de una mesa de planificación estratégica. Su origen está profundamente ligado al sentido de pertenencia y responsabilidad de una familia con historia en la ciudad. La propiedad donde hoy se levanta este nuevo barrio urbano pertenecía a la familia Zuccolillo, que durante años se resistió a intervenirla. La premisa nunca fue construir algo que funcione comercialmente, sino desarrollar algo que estuviera a la altura del valor simbólico del lugar: transformar un legado familiar en un legado urbano.


Esa convicción inicial definió el rumbo de todas las decisiones posteriores. El equipo entendió que la envergadura del desafío exigía trabajar con estudios internacionales con experiencia en desarrollos de gran escala, incorporar criterios avanzados de sostenibilidad, y diseñar un espacio que no solo se habite, sino que se viva plenamente. En lugar de imponer un modelo, se buscó construir una narrativa arquitectónica que naciera del propio terreno, que respetara sus tiempos, su paisaje y su historia. Así, la escala humana se convirtió en la idea estructurante del proyecto: no se trataba de crear íconos verticales ni monumentos al diseño, sino de dar forma a un lugar donde las personas pudieran caminar, sentarse, trabajar, vivir y encontrarse.



El diseño urbano fue pensado como una secuencia de experiencias: un sistema integrado de espacios públicos, privados y comerciales conectados por calles peatonales, parques y plazas que permiten una transición natural entre lo construido y lo natural. La intención no fue replicar un modelo de shopping ni de barrio cerrado, sino consolidar una centralidad urbana abierta, donde la calidad del espacio sea un valor en sí mismo. En ese sentido, el proyecto adopta la figura de un distrito en el sentido más amplio del término: un ecosistema completo, diverso y coherente, que reúne residencias, oficinas, locales comerciales, espacios culturales y áreas verdes dentro de una misma narrativa espacial.


Uno de los mayores aciertos fue asumir que el espacio público no debía entenderse como un “extra” o un elemento decorativo, sino como el corazón del proyecto. Las decisiones de diseño urbano priorizaron la creación de circuitos caminables, plazas elevadas, áreas verdes de uso libre, parques con vegetación nativa y recorridos intuitivos. Todo fue pensado para que las personas se sientan invitadas a recorrer el lugar, sin barreras, sin rigideces. La circulación vehicular fue cuidadosamente relegada, permitiendo que lo peatonal gane protagonismo. Este diseño busca que las personas no solo eviten el automóvil, sino que redescubran el valor del tiempo y el placer de habitar la ciudad a escala humana.


Desde el punto de vista técnico y constructivo, Distrito Perseverancia se posiciona como un proyecto pionero en Paraguay. La obra, hoy en etapa de terminaciones, incluye en su primera fase dos nuevas torres residenciales, una torre corporativa, un centro comercial abierto y una importante intervención de infraestructura exterior y vial. La segunda fase, que ya se encuentra en preparación, incluirá más torres residenciales y nuevos espacios comerciales y corporativos, lo que refuerza la visión de un desarrollo en expansión continua, con capacidad de irradiar valor y generar tejido urbano alrededor de sus límites.

Distrito Perseverancia

Entre las innovaciones técnicas más destacadas se encuentra la utilización del GRC, un hormigón reforzado con fibra de vidrio que permite generar formas arquitectónicas complejas con eficiencia estructural y térmica. Esta tecnología, utilizada en obras internacionales de alto perfil, se incorpora por primera vez a una obra de esta escala en Paraguay. Otro hito técnico relevante es la construcción del parque elevado de 220 metros lineales, sin antecedentes en el país, que actúa como plaza en altura y cumple funciones térmicas, paisajísticas y sociales al mismo tiempo. La infraestructura también incluye una conexión directa mediante aductora urbana para el abastecimiento de agua, una solución inédita en el contexto nacional, derivada de la magnitud del proyecto.


Distrito Perseverancia

El compromiso con la sostenibilidad es integral. Distrito Perseverancia ha sido reconocido como desarrollo altamente sostenible por el Green Building Council y la torre corporativa Marfil cuenta con el reconocimiento de certificación LEED. Este estándar no solo aplica a nivel de diseño, sino que atraviesa todas las capas del proyecto: desde la gestión de residuos y el control ambiental durante la obra, hasta la elección de materiales y equipamientos eficientes. Las residencias cuentan con carpinterías de alta prestación con DVH, mesadas de Dekton, griferías de bajo consumo y sistemas de climatización de alta eficiencia energética. Los baños están completamente revestidos, y todos los detalles de terminación fueron pensados para superar el estándar local, con especial atención en el confort térmico, la aislación acústica y la durabilidad.


Pero más allá de las decisiones técnicas, lo que distingue al proyecto es su nivel de obsesión por el detalle. El desarrollo no se define por el tamaño, aunque sea efectivamente la obra inmobiliaria más grande en ejecución del país. Se define por la minuciosidad. El paisajismo, por ejemplo, no es un elemento accesorio, sino el tejido conector de todo el conjunto. Desde la selección de piedras locales para las plazas hasta el uso exclusivo de especies nativas en jardines, fachadas y techos verdes, todo busca generar un entorno sensorial, térmicamente equilibrado, ecológicamente coherente y visualmente armónico. El parque elevado, que conecta edificios a nivel superior, no solo amplía la superficie verde, sino que regula la temperatura, filtra el agua de lluvia y crea microclimas habitables, sostenibles y bellos.



En términos de usos, Distrito Perseverancia integra en un mismo plano residencias, oficinas, hoteles y un paseo comercial que rivaliza en superficie y cantidad de marcas con cualquier shopping de Asunción. Sin embargo, la clave está en el modelo urbano que lo articula. El comercio no se presenta como un bloque cerrado sino como una secuencia de espacios abiertos, caminables, con una arquitectura diversa, donde las tiendas y los restaurantes conviven con la vegetación, las sombras y el paisaje. La lógica no es la del consumo masivo, sino la de la experiencia urbana de calidad. No se trata de tener una torre espectacular o un centro comercial icónico, sino de lograr que todos los espacios intermedios —los pasajes, las veredas, las esquinas— sean igual de disfrutables que los edificios principales.


En ese tejido convivirán una oferta gastronómica diversa, una selección de tiendas de primer nivel y servicios cotidianos pensados para consolidar la vida de barrio. La dimensión del sector comercial del proyecto, en metros cuadrados, se equipara a la de cualquier gran shopping de la ciudad. Sin embargo, su diseño escapa al modelo de centro cerrado. En cambio, propone una experiencia abierta, caminable, en contacto con la naturaleza, con calles peatonales y espacios públicos que invitan al encuentro. Dentro de esa lógica, lo residencial, lo corporativo y lo hotelero se integran sin fricciones, proponiendo una centralidad viva, dinámica, y en constante renovación.


Distrito Perseverancia
Tienda de SAX en el area comercial

Más que por dimensiones físicas, muchas de las tiendas que se instalarán en Distrito Perseverancia serán consideradas flagships por el tipo de experiencia y de concepto que inaugurarán en Asunción. El proyecto ofrece un contexto alineado con las tendencias globales de las marcas, donde lo natural, lo abierto y lo sensorial tienen un protagonismo creciente. No se trata solo de locales de mayor escala, sino de espacios que condensan la evolución del posicionamiento internacional de cada marca y que, por primera vez, encontrarán en Paraguay un entorno a la altura de esas expectativas.


Marcas deportivas, de moda y gastronomía están encontrando en este entorno al aire libre, con fuerte presencia de naturaleza integrada, una plataforma alineada con sus valores globales. Ya se confirmaron más de cien operadores, entre ellos Adidas, Nike, SAX, Champs Élysées, Aphrodite, Puma, Quiksilver, Fila, Adolfo Domínguez, Rapsodia, Levis, Zadig & Voltaire, Pilar, UZA, DAMAT, Panco, Isadora, Todo Moda, Casa Rica, El Molinillo, Café Martínez, La Huerta, Sicilia, Pokekoa, Smart Fit, The Vitamin Shoppe, Maxicambios, El Lector y Punto Farma.


Distrito Perseverancia
Tienda de SAX en el area comercial

El avance actual de obra prevé una apertura parcial para inicios del ultimo cautrimestre del 2025, incluyendo la primera torre corporativa, las dos torres residenciales y el eje comercial inicial. Los operadores ya se encuentran adecuando sus locales, lo que marca el comienzo efectivo de vida del nuevo barrio. La expectativa es alta, no solo por lo que representa en términos de oferta urbana, sino porque el proyecto ha logrado construir una narrativa coherente entre lo público y lo privado, entre lo técnico y lo sensible, entre el legado y el futuro.



El dinamismo que ha despertado Distrito Perseverancia también está acelerando su propia evolución. Lo que en un principio se pensó como un proyecto con una sola torre hotelera hoy se expande hacia la coordinación de dos hoteles y el desarrollo de dos torres residenciales que podrían lanzarse incluso antes de lo previsto este año. La respuesta del público no solo ha validado el concepto, sino que ha revelado un deseo latente por una nueva forma de vivir, trabajar y habitar Asunción.


Distrito Perseverancia encarna una de esas apuestas urbanas que rara vez se ven en América Latina: intervenir más de siete hectáreas en el corazón de una capital con criterios de excelencia ambiental, precisión técnica y sensibilidad urbana, orientando edificios para maximizar la sombra natural, incorporando cuerpos de agua que regulan la temperatura como colchones térmicos, y diseñando cada elemento —desde la vegetación hasta los materiales— con una lógica sistémica.


Distrito Perseverancia

Se trata de un proyecto que no solo introduce un nuevo estándar en el mercado paraguayo, sino que ofrece una imagen de ciudad contemporánea con la que Asunción puede medirse frente a cualquier capital del mundo, sin renunciar a su identidad. Esa ambición no responde a la lógica de un fondo extranjero ni a un modelo importado, sino al compromiso de una desarrolladora local que decidió reinvertir en su propio territorio con una mirada integral. Más allá de lo inmobiliario, Distrito Perseverancia es una contribución concreta a la calidad urbana, una pieza de ciudad construida con la intención de ser motivo de orgullo para sus habitantes.




 
 
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