Aristone: Un Nuevo Concepto Residencial Que Impulsa la Transformación de Fernando de la Mora Sur
- Carlos E. Gimenez
- 5 jun
- 4 Min. de lectura
Actualizado: hace 6 días

En la intersección de la avenida Pitiantuta y San José, en el barrio Santa Catalina de Fernando de la Mora, comienza a tomar forma un proyecto que promete redefinir el paisaje urbano y habitacional de la zona. Se trata de Aristone, una propuesta residencial y comercial que fusiona funcionalidad, diseño y comunidad, desarrollada por Manad con una visión clara: ofrecer soluciones habitacionales de calidad en sectores urbanos con alta densidad poblacional pero con limitada infraestructura habitacional moderna.
A diferencia de otros polos inmobiliarios, Fernando de la Mora Sur representa una oportunidad concreta. Si bien está a pocas cuadras de la zona norte, los tiempos de traslado entre ambas pueden ser significativos. Por eso, Aristone nace como una respuesta urbana y estratégica para personas que desean seguir viviendo en su barrio, cerca de su lugar de trabajo, sin renunciar a confort, diseño y calidad constructiva. El terreno elegido está a solo siete kilómetros del Shopping Mariscal y se encuentra a pasos del supermercado Stock 24 horas, en un entorno en plena transformación. Sobre la avenida Pitiantuta, que conecta directamente con la Ruta PY02, se multiplican las nuevas empresas que se instalan y los paseos comerciales que comienzan a dinamizar la vida cotidiana del barrio. Esta esquina, considerada clave por los desarrolladores, fue elegida para iniciar una intervención urbana que anticipe el crecimiento sostenido de la zona.
Aristone se concibió desde el inicio como un proyecto de usos mixtos, el primero en su tipo dentro de la zona. En planta baja, incluirá un local comercial, entendiendo que el verdadero desarrollo urbano no puede prescindir de servicios de cercanía y movimiento peatonal. En los niveles superiores, se distribuyen las unidades residenciales, diseñadas con una lógica muy cuidada que prioriza el aprovechamiento del espacio, la funcionalidad y el bienestar del residente. El edificio fue diseñado por el arquitecto Andrés Law, reconocido por su enfoque en arquitectura racional y eficiente, quien junto al equipo de Manad trabajó bajo una consigna concreta: lograr que cada metro cuadrado aporte valor, sin encarecer innecesariamente el producto final. El objetivo fue claro desde el inicio: que el edificio sea visualmente atractivo, funcional, bien equipado y accesible económicamente, demostrando que diseño y asequibilidad no son conceptos opuestos.
La propuesta habitacional de Aristone contempla monoambientes, unidades de uno y dos dormitorios, así como opciones flexibles que pueden adaptarse a una tercera habitación. Todos los departamentos incluyen balcones, pensados para ser disfrutables. La altura de los techos y la amplitud de los ambientes refuerzan la sensación de comodidad y calidad de vida, al tiempo que los espacios comunes fueron proyectados como lugares de encuentro, estímulo y pertenencia. Uno de los sellos distintivos del proyecto es la intervención artística en áreas comunes, una decisión conceptual que busca que los residentes se sientan parte de una propuesta más amplia que va más allá de la mera vivienda. La intención es que los espacios de uso compartido se conviertan en lugares disfrutables, donde los vecinos se sientan orgullosos de recibir visitas, relajarse o compartir momentos cotidianos.
Aristone es también el primer edificio en la zona con amenities completos, alineados con las necesidades del estilo de vida contemporáneo. Contará con piscina, gimnasio al aire libre, espacio para yoga y relax, sala de juegos infantiles, playroom, y dos quinchos temáticos ubicados en el último nivel. Uno de ellos estará equipado como salón de usos múltiples y coworking, mientras que el otro estará ambientado como sports bar, pensado para encuentros sociales, partidos de fútbol o celebraciones con amigos. Se suma a esto un área de fogón y un espacio tipo tereré break, que refuerzan el espíritu comunitario del edificio. A través de estos espacios, se busca ofrecer experiencias poco frecuentes en propuestas residenciales dirigidas a este segmento del mercado.
Aristone se posiciona como una opción atractiva tanto por su ubicación como por su precio competitivo. Los valores arrancan desde los 37.032 dólares, lo que representa una relación precio-calidad difícil de encontrar en el mercado actual, especialmente si se tiene en cuenta la propuesta arquitectónica, la calidad de los amenities y el valor creciente de la zona.

Los planes de financiación incluyen opciones flexibles, con entrega inicial, refuerzos y hasta 24 cuotas, además de convenios con el Banco Continental. La obra está prevista para iniciar en septiembre de este año y tendrá una duración estimada de 24 meses.
Manad, la desarrolladora detrás del proyecto, es una sociedad conformada por Germán Urteaga, director de Suma Real Estate, y Dahiana Diarte, directora de C21 Prestigio, respaldada por un grupo inversor que apuesta a la diferenciación. Con una mirada orientada al diseño de producto y a la comprensión profunda del mercado, Manad se propone desarrollar propuestas bien pensadas, dirigidas a segmentos específicos y con un valor conceptual claro. Su filosofía de trabajo parte de la premisa de que no todo el mercado necesita los mismos metros cuadrados, y que hay un espacio para productos con identidad, funcionalidad y propósito.
Con Aristone, Manad no solo lanza un edificio, sino que plantea una visión urbana que busca revitalizar Fernando de la Mora Sur, articulando desarrollo comercial, vivienda accesible y calidad arquitectónica en un mismo proyecto. Se trata, en definitiva, de un aporte estructural a una ciudad que se expande y que necesita nuevas centralidades habitables para sostener su crecimiento.
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