La Inteligencia Artificial Redefine el Rumbo del Mercado Inmobiliario Global y Abre Nuevas Oportunidades para la Eficiencia Operativa
- Carlos E. Gimenez

- 16hs
- 4 Min. de lectura
Cómo la automatización, el análisis predictivo y la optimización operativa impulsada por IA están redefiniendo procesos, costos y experiencias en el real estate.

La irrupción de la inteligencia artificial en la industria inmobiliaria está dejando de ser un ejercicio de futurología para convertirse en una transformación estructural que redefine cómo se venden, administran y operan los activos en los principales mercados del mundo. En un sector históricamente marcado por procesos manuales, estructuras de costos rígidas y una dependencia casi absoluta de la presencia humana, la integración de herramientas de IA ya comienza a mostrar un cambio profundo en la forma en que las empresas gestionan sus operaciones y en cómo los usuarios interactúan con los espacios que habitan y consumen.
Las aplicaciones no son marginales ni superficiales. Desde sofisticados asistentes virtuales capaces de realizar tours guiados y asesorar a potenciales compradores o inquilinos, hasta hoteles que experimentan con humanoides en sus recepciones, la automatización está ganando terreno en áreas que antes requerían una fuerte presencia física. En los mercados más avanzados, la IA se está convirtiendo en el eje de soluciones que permiten gestionar edificios de forma más eficiente, atendiendo a los usuarios solo cuando realmente necesitan asistencia, eliminando la necesidad de mantener equipos completos en horarios fijos y reduciendo costos de operación sin sacrificar calidad de servicio.
Este cambio no solo es cultural y operativo: también es económico. Un análisis de Morgan Stanley Research, basado en 162 empresas del sector REIT y real estate comercial con un total combinado de USD 92.000 millones en costos laborales y más de 525.000 empleados, concluyó que el impacto potencial de estas tecnologías podría traducirse en hasta USD 34.000 millones en ganancias de eficiencia operativa para 2030. Según el estudio, cerca del 37% de las tareas realizadas hoy en el sector pueden ser automatizadas, especialmente en áreas como gestión, actividades comerciales, soporte administrativo, instalación y mantenimiento. Este porcentaje no implica solo una reducción en la carga de trabajo humano, sino una reorganización completa de cómo se distribuyen los roles en la industria.
La visión es compartida por especialistas del ámbito financiero. Ronald Kamdem, Head of U.S. REITs and Commercial Real Estate Research en Morgan Stanley, sostiene que las oportunidades más inmediatas se concentran en la eficiencia operativa, impulsada por el ahorro en costos laborales durante los próximos tres a cinco años. La automatización no busca reemplazar la esencia del sector, sino liberar recursos para que las empresas puedan enfocarse en funciones más estratégicas, acelerar los tiempos de respuesta y mejorar la experiencia de los clientes en todos los niveles.
Algunas organizaciones ya están demostrando los efectos de esta transición. En el segmento residencial, una compañía reportó haber reducido su plantilla de empleados de tiempo completo en un 15% desde 2021, registrando al mismo tiempo un aumento en productividad y una mejora significativa tanto en la satisfacción interna como en la de sus clientes, incluso con menos personal físico en sitio. La paradoja que emerge es que, en muchos casos, la reducción de presencia humana viene acompañada de una percepción de mayor eficiencia y calidad de servicio, porque la automatización permite atender necesidades específicas de manera más rápida, precisa y disponible las 24 horas.
En Paraguay, la adopción masiva de herramientas de IA en el sector inmobiliario aún se encuentra en etapas tempranas. El mercado local, marcado por costos operativos crecientes y una demanda cada vez más exigente, podría beneficiarse especialmente de estas tecnologías en áreas como gestión comercial, mantenimiento preventivo, eficiencia energética y atención al cliente. Los desarrolladores y comercializadoras que logren incorporar estas soluciones primero no solo obtendrán ventajas competitivas en productividad, sino que también podrán ofrecer experiencias más consistentes y transparentes, posicionándose mejor ante un consumidor que valora agilidad, información confiable y procesos simplificados. En un país donde la digitalización del real estate avanza con rapidez, impulsada por proyectos más complejos, fondos de inversión y una creciente profesionalización del rubro, la IA se perfila como un elemento clave para sostener el crecimiento del mercado en los próximos años.
Sin embargo, el impacto de la IA no se limita al componente humano. También está redefiniendo las estructuras operativas de los edificios y, en consecuencia, los costos de infraestructura. Sistemas inteligentes capaces de optimizar calefacción, ventilación y aire acondicionado; plataformas que gestionan el consumo energético con apoyo de energía solar; y herramientas que monitorean riesgos asociados al flujo de caja, al clima, a la normativa y a la seguridad ya forman parte del arsenal tecnológico de empresas inmobiliarias en mercados con mayor adopción. La IA se está consolidando como una herramienta esencial para anticipar escenarios, reducir gastos y generar una gestión más sostenible y resiliente de los activos.
Pero no todas las áreas del real estate capturan los beneficios con la misma intensidad. Según el análisis de Morgan Stanley, los sectores con mayor potencial de retorno por automatización son lodging y resorts, brokers y servicios que podrían experimentar mejoras superiores al 15% en su flujo operativo. En particular, los brokers y servicios muestran el mayor impacto proyectado, con un posible incremento del 34% en su flujo de caja gracias a la adopción de herramientas de IA generativa a gran escala. Este grupo se beneficiaría tanto por la reducción de costos como por la habilitación de nuevas oportunidades comerciales derivadas de una mayor productividad y de transacciones digitales potenciadas por IA.
En un momento en que la industria inmobiliaria global enfrenta cambios acelerados por nuevas expectativas de los usuarios, presiones económicas y la necesidad de gestionar activos de manera más eficiente, la inteligencia artificial se posiciona como el factor dominante de la próxima década. A medida que estas tecnologías continúen expandiéndose y madurando, los mercados inmobiliarios, tanto desarrollados como emergentes, estarán obligados a repensar no solo cómo operan sus empresas, sino cómo diseñan, construyen y habitan los espacios del futuro. La relación entre automatización, productividad y experiencia del usuario será, cada vez más, el eje central de competitividad en el real estate mundial.




