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- Entrevista a Jorge Mendelzon, Presidente y Director de PENTA
Con una trayectoria que abarca más de tres décadas, Jorge Mendelzon analiza la evolución del mercado inmobiliario comercial en Paraguay y el rol de los centros comerciales como espacios de encuentro y experiencia En el ecosistema inmobiliario comercial del Paraguay, Jorge Mendelzon se ha consolidado como una de las voces con mayor trayectoria y visión estratégica. Economista de formación y con un máster en dirección de empresas, inició su carrera en el ámbito de los centros comerciales, participando en el nacimiento del Shopping Mariscal, un proyecto que marcó un antes y un después en la vida urbana de Asunción. Hoy se desempeña como Presidente y Director de PENTA S.A., empresa que reúne al Shopping Mariscal, Shopping Mariano, Abasto Norte, Abasto Este y el recientemente inaugurado Plaza Norte en Limpio. En esta entrevista, Mendelzon repasa los hitos que transformaron el sector comercial en los últimos años, desde la aparición de nuevos polos urbanos hasta la consolidación de los shoppings como espacios de consumo, encuentro y experiencia. También analiza el rol del Shopping Mariscal y del proyecto Barrio Mariscal en ese proceso, reflexiona sobre los cambios en los hábitos de los consumidores y proyecta el futuro de un rubro que enfrenta una competencia creciente y cada vez más sofisticada. Desde que comenzó su trayectoria hasta hoy, ¿cómo percibe que ha cambiado el mercado inmobiliario comercial en Paraguay? Yo te diría que el cambio es radical. Históricamente había muy pocos edificios en la ciudad, y en los últimos 15 años el avance inmobiliario en Paraguay fue gigantesco. Se desarrollaron nuevas zonas, como el eje corporativo, la calle Santa Teresa y, hoy en día, el barrio Mariscal con todo lo que se está construyendo acá. Lógicamente, todavía hay un montón de deberes pendientes, como el tema del microcentro. Lastimosamente, en todo lo que requiere mucha injerencia pública, nuestra economía no logra dar las soluciones necesarias para que ese sector se pueda desarrollar. Para que te des una idea, conceptos como la preventa o la venta en pozo eran totalmente desconocidos en Paraguay. Nosotros escuchábamos de eso a los argentinos o a los brasileños, pero acá eran términos nuevos. En cuanto a centros comerciales, los primeros que realmente incursionaron con el concepto moderno fueron el Shopping del Sol y el Shopping Mariscal. Antes había otros, sí, pero con la lógica más bien de galerías abiertas. El Shopping Villa Morra, por ejemplo, tiene más de 40 años y fue muy exitoso en su zona, pero respondía todavía al concepto antiguo de galería. En esa época el centro de la ciudad era muy fuerte: ahí estaban las galerías comerciales que tenían un rol clave, como se ve todavía en ciudades como Buenos Aires. Eran muy importantes las que estaban sobre Palma y Estrella. Hoy, lastimosamente, están prácticamente abandonadas, igual que gran parte del centro. Pero en su momento fueron el verdadero núcleo del comercio minorista en Asunción. ¿Cómo vieron esa oportunidad de traer los centros comerciales a Paraguay? Realmente lo vimos observando lo que ya tenía éxito en el extranjero. En Buenos Aires los shoppings ya estaban trabajando de forma muy agresiva, en San Pablo también, y en Montevideo hacía muchos años existían centros comerciales muy fuertes y exitosos. Entonces dijimos: ¿por qué en una ciudad como Asunción, que ya tenía un movimiento poblacional importante, no iba a funcionar? Más aún considerando nuestras condiciones: el clima, con tanto calor, hacía previsible que la gente prefiriera estar en lugares cerrados con aire acondicionado. Y también, en un contexto en el que empezaban a crecer los temores por la inseguridad, sabíamos que la gente iba a valorar espacios protegidos. Entonces vimos una oportunidad, y asumíamos que el consumidor iba a captar rápidamente la idea. No fue fácil. Tampoco lo fue convencer a los mismos inquilinos, a los locatarios, de apostar a proyectos de esa envergadura. Pero hubo un proceso de maduración, que pudo haber llevado uno, dos o hasta tres años, y finalmente el concepto de centro comercial quedó plenamente instalado. Es más, con el tiempo dejaron de ser espacios exclusivamente de compras y pasaron a convertirse en desarrollos de uso mixto, donde se combinan hoteles, oficinas, residencias, retail, entretenimiento y gastronomía. Fue un aprendizaje. Nos fuimos golpeando con errores que cometimos y aplicando mucho el sentido común: nuestras costumbres y las que observábamos en otros mercados. En esencia, los centros comerciales no son muy diferentes aquí que afuera. Lo que sí cambia mucho es la mezcla comercial, lo que se conoce como tenant mix . Eso es lo que uno tiene que ajustar: adaptarlo al consumidor local, al nivel socioeconómico de la zona y al área de influencia que se quiere atender. En junio de 2022 se lanzó el proyecto “Barrio Mariscal”. ¿Cómo nació esta iniciativa y qué impacto considera que ha tenido, no solo en el shopping, sino también en el entorno urbano y comercial de la zona? La iniciativa del Barrio Mariscal fue el resultado de un análisis estratégico que hicimos desde el Shopping Mariscal. Un poco surgió de la preocupación con la instalación del Paseo La Galería, que junto con el Shopping del Sol, el World Trade Center y todas las torres de oficinas que se construyeron ahí, generaron un polo muy fuerte en esa zona. Entonces evaluamos que una buena estrategia para hacer frente a esa situación era generar también un polo en el Barrio Mariscal, y que vaya mucho más allá del propio shopping. Porque esta es una zona con condiciones muy favorables: es un barrio donde hay de todo, es caminable, es fácil, es todo cerca. Queríamos aprovechar y mostrar esas fortalezas. Así consideramos que, aliándonos con el vecindario —con competidores y no competidores— podíamos generar un polo de atracción fuerte, que no solo despierte el interés del consumidor, sino también el interés del desarrollador para mirar esta zona y seguir invirtiendo acá. Y eso es lo que hoy estamos viendo: la cantidad de metros en altura que se están levantando, principalmente para residencias y también para oficinas, es la confirmación de que la estrategia funcionó. El Shopping Mariscal ha sabido anticiparse a tendencias clave, desde generar comunidad en sus espacios hasta implementar el concepto de farmers market con el Agroshopping, vigente hace más de 27 años, y liderar el cambio del eje comercial desde el centro de Asuncion hacia su ubicación actual. ¿Cuál es el proceso o la estrategia que utilizan para identificar y capitalizar estas oportunidades antes que la competencia, asegurando además que tengan proyección a largo plazo? Acá realmente veo como varias preguntas en una. Primero mencionaste el tema de comunidad, y ahí yo le agregaría el tema de “lo nuestro”. Nosotros, como Shopping Mariscal, siempre quisimos hacer hincapié en lo propio. Esa fue nuestra forma de diferenciarnos de otros centros comerciales en el mundo: darle un toque nuestro, un toque paraguayo, con un sentido de responsabilidad social empresarial. Siempre impulsamos alianzas con marcas nacionales. Así nació el Agroshopping, buscando apoyar al productor local, que siempre tuvo dificultades para llegar al mercado. Les permitimos que, una vez por semana, puedan venir a exponer toda su producción directamente de la huerta al consumidor. Y al mismo tiempo, le dimos a la comunidad del barrio la posibilidad de venir caminando desde su casa y llevar productos frescos directo de la finca. También hemos hecho muchas otras iniciativas en esa misma línea. Por ejemplo, con la tela ao po’i trabajamos alianzas con el Shopping Británico y con Manufacturas de Pilar para darle visibilidad a lo nuestro, reforzando ese sentido de identidad. A nivel de Barrio Mariscal, también le damos una gran importancia a las tradiciones, como la fiesta de San Juan. Lo que buscamos siempre es un equilibrio: está muy bien la modernidad, está muy bien la globalización, pero sin perder nuestras raíces. Y cuando me preguntás cómo se formó esta zona, yo te diría que no fue el Shopping Mariscal el que inició el desarrollo de usos mixtos. Nosotros quizás lo consolidamos, pero la zona ya era una plaza financiera antes de que exista el shopping, cuando los bancos empezaron a traer sus casas matrices a este barrio. Ahí comenzó a convertirse en un área de usos mixtos. Ya estaba el Shopping Villa Morra, ya existía el hábito de compra en la zona. La gente que no quería ir al centro venía acá. Lo que hicimos nosotros fue aprovechar esos primeros movimientos, que seguramente fueron muy difíciles, y ayudar a que este barrio madure como una zona comercial y residencial en altura, con un carácter de usos mixtos mucho más marcado. El año pasado lanzó La Sabiduría del Dolor , donde narra sus experiencias al atravesar y superar una larga enfermedad, extrayendo lecciones valiosas del proceso. ¿Qué lo motivó a compartir esta historia y cómo fue el proceso de escribirla? La verdad que tengo problemas de salud en la pierna desde los 29 años. Hasta hoy llevo 32 cirugías, una cosa nunca vista realmente, interminable, muy dura. Pasé por momentos muy difíciles. En un momento decidí escribir una carta. Era época de fin de año, recuerdo, y hacía dos años que no me operaban. Sentí que tenía que agradecer, porque demasiadas veces me quejé, maldije al mundo, dudé de la existencia de Dios… todo me pasó por la cabeza. Y pensé en dejar algo para mis hijos, sobre todo, porque muchas veces tuve que ausentarme por meses: 30, 45, 60 días internado, una y otra vez. Entonces escribí esa carta y me inspiré. Se la compartí también a algunos amigos muy cercanos, y uno de ellos me dijo: “¿Por qué vas a mantener esto en privado? Es inspirador. Mucha gente pasa mal, no solo por temas de salud, también por otras razones. ¿Por qué no lo compartís?”. Al principio yo me negué, le dije que era mi intimidad. Pero él insistió: “Léela de nuevo, no hay nada que no puedas contar. Además, medio país ya sabe de tu problema de rodilla”. La releí, me pareció válido y la viralicé. La compartí por WhatsApp, por Facebook… y ahí vino mi sorpresa: la repercusión fue enorme. Me llenó ver que podía ayudar a alguien simplemente compartiendo mi experiencia y un mensaje de agradecimiento. Esa carta era eso, nada más. Pero fue el puntapié para que después decidiera plasmar en un libro todas las vivencias que tuve. Así nació La Sabiduría del Dolor . El Shopping Mariscal tuvo dos grandes expansiones: la primera inaugurada a finales de 2017 con más de 40.000 m², y la segunda prevista para este año con Central Mariscal. ¿Qué objetivos estratégicos persiguen con cada una de estas ampliaciones y cómo responden a la evolución de la demanda? Los centros comerciales, como cualquier empresa, tienen que estar siempre en movimiento, dinámicos, en crecimiento. El consumidor exige cada vez más, la competencia es más fuerte y eso nos obliga permanentemente a buscar nuevas alternativas de servicio. En esta nueva etapa, por ejemplo, se van a levantar dos torres residenciales dentro del complejo. Eso significa una masa crítica importante de gente que va a vivir literalmente en nuestros pies. Y esa gente va a demandar consumo, entretenimiento, gastronomía, espacios para relacionarse y para vivir experiencias. Lo que estamos haciendo es complementar justamente todos esos servicios para que los habitantes del Barrio Mariscal puedan satisfacer la mayor parte de sus necesidades dentro del propio barrio. Hoy, con las dificultades de movilidad que no son solo de Paraguay sino del mundo entero, la gente ya analiza hasta dónde queda el médico antes de decidir si es conveniente o no. Eso muestra que cada vez se buscan soluciones más cercanas, dentro del área de influencia. Nuestra visión es acompañar esa tendencia: que el Barrio Mariscal sea un lugar donde se pueda vivir, trabajar, divertirse y acceder a buena gastronomía y entretenimiento, todo en un mismo entorno. Ese es el objetivo que guía nuestras expansiones: consolidar un barrio completo, integrado y autosuficiente, donde confluyan residencia, comercio, servicios y vida social. ¿Y cómo ha sido la colaboración con Altius Group, una empresa internacional, al compartir experiencias y adaptar a este proyecto? Muy enriquecedora. Es una empresa con gente muy habilidosa, muy trabajadora y con mucha experiencia en distintos mercados. Lo que más destaco es que no replican lo que ven en Panamá o en Uruguay para traerlo tal cual a Paraguay. No. Ellos hacen un estudio de mercado correcto, analizan qué busca la gente, qué necesita y qué hace falta, y en base a eso crean un producto específico. Con muy buen criterio, identificaron que el público valora mucho la proximidad a un centro comercial. La gente quiere poder bajar de su vivienda y tener a mano un café, un espacio de encuentro, sin necesidad de grandes desplazamientos. Y en un contexto en el que todos estamos cansados de perder tiempo moviéndonos de un lado a otro, eso es algo muy apreciado. Ellos ya lo habían validado con proyectos como el More del Sol, y lo trasladaron también al concepto de More Mariscal. Cuando empezaron con esa idea, el concepto del Barrio Mariscal todavía estaba en sus primeras etapas. Entonces me reuní con ellos, conversamos, les expliqué lo que estábamos haciendo en la zona y cómo queríamos consolidar una comunidad. A partir de ahí decidieron adosar el nombre “Mariscal” a su proyecto, justamente para reforzar esa identidad de barrio integrado que estamos construyendo. “Los centros comerciales en Paraguay se convirtieron en puntos de encuentro social ante la falta de espacios públicos de calidad”. ¿Cuál es su opinión sobre esta afirmación y cómo se refleja en la propuesta del Mariscal? Es muy real. Hoy en día hay un término muy en boga que habla de la experiencia. Cuando yo lo escuché por primera vez dije: “ah, estos tipos de marketing que inventan cosas”. Pero realmente es una gran verdad. Uno viene a un centro comercial a pasarla bien, a vivir una experiencia placentera. Yo no vengo a comprar este jean. Puede que compre el jean, sí. Pero yo vengo realmente para tener un buen momento. Quiero entrar y olvidarme del problema que tuve en la calle, de la discusión que tuve con mi hijo. Quiero retrotraerme de eso y que el shopping me regale aunque sea media hora placentera. Y eso va muy de la mano con lo que hoy está tan en boga del comercio digital. El comercio presencial tiene que hacer mayores esfuerzos justamente para competir con esa compra que podés hacer desde tu casa, acostado. Entonces, esa experiencia que vos tenés al recorrer los pasillos, disfrutar… ahí entra el aroma, la música que escucho, cómo me atendieron, si me saludaron, si encontré estacionamiento. La diversidad del checklist que tengo que hacer para que ese cliente tenga una buena experiencia es muy amplia. Entonces, realmente, ese hoy es el diferencial para que la gente diga: “yo me quiero ir a ese lugar”. Porque en el fondo todos estamos compitiendo por el mismo servicio, y lo que tenemos que dar son esos aditamentos, ese diferencial, para que la gente nos elija. Y finalmente, ¿cómo ves el futuro en los próximos 10 años del sector inmobiliario comercial en Paraguay? Los centros comerciales en Paraguay siguen en franco crecimiento. Hay centros comerciales que se están abriendo ahora mismo: uno se acaba de inaugurar, la semana que viene abre Dubái, hace dos semanas abrió Plaza Norte en Limpio. Yo veo que la ciudad, Asunción en particular, como que se está saturando. Entonces los centros comerciales van a empezar a expandirse y se van a abrir más shoppings de cercanía, tipo street mall , en diferentes ciudades donde el mercado y el nivel socioeconómico lo permitan. Así se abrió Limpio, ahora viene otro en Pedro Juan, hay una partida en Ciudad del Este… y se van a ir abriendo en más ciudades. En todo el Departamento Central vas a tener centros comerciales. ¿Por qué? Porque la gente ya no tiene condiciones de hacer grandes desplazamientos. Uno puede ir una vez al mes al shopping que más le gusta, donde pasa mejor o donde encuentra de todo. Pero en la rutina semanal va a elegir el centro que le queda cerca, el que está próximo a su residencia. Eso es lo que va a ocurrir en Paraguay, y hay todavía mucho recorrido para hacer. Lo importante de entender es que el concepto de centro comercial cambió. Ya no existen más shoppings solo de compras. Hoy todos son centros de usos mixtos. Es una combinación de servicios: podés tener desde residencias hasta hoteles, entretenimiento, gastronomía. En el mundo hay ejemplos con parques acuáticos, complejos hoteleros, incluso con playa. En función del público objetivo, de los metros cuadrados disponibles y de la capacidad de inversión, la diversidad que se puede ofrecer depende únicamente de la creatividad. Lo que sí es una constante es que los centros comerciales necesitan cada vez más superficie y programas que densifiquen. Por eso hoy se combinan con residencias, hoteles y servicios que permitan capturar al público que comparte ese mismo espacio. Eso es lo que se ve en cualquier ciudad moderna del mundo, y también lo que vamos a ver en Paraguay en los próximos años.
- Encarnación: Historia, Transformación y Perspectivas Urbanas de la Capital del Verano Paraguayo
Encarnación: de misión jesuítica a ciudad binacional en transformación, entre el turismo, el comercio y un mercado inmobiliario en plena expansión Encarnación, ubicada a unos 370 kilómetros de Asunción y conectada por la Ruta PY01, se ha consolidado como un polo urbano con vocación binacional. Su emplazamiento sobre el río Paraná y la vecindad inmediata con Posadas, Argentina, configuran un ecosistema económico y social singular en el que el comercio de frontera, el turismo y la inversión inmobiliaria encuentran condiciones propicias para escalar. Según el censo paraguayo de 2022, la ciudad cuenta con 106.842 habitantes y su área metropolitana se aproxima a los 200.000 residentes, un volumen demográfico que, sumado a los flujos turísticos estacionales, sostiene un mercado en expansión y cada vez más diversificado. A la impronta de “Capital del Verano Paraguayo”—alimentada por sus playas, eventos y calendario festivo—se suman atributos estratégicos: la conectividad fluvial y terrestre con Argentina y Brasil, una base de servicios en crecimiento y un tejido emprendedor receptivo a nuevas oportunidades. El origen de Encarnación se remonta a 1615, cuando el jesuita Roque González de Santa Cruz fundó la reducción de Nuestra Señora de la Encarnación de Itapúa. La misión respondió a un doble propósito: la evangelización de los guaraníes y su protección frente a las encomiendas, una institución colonial que diezmó poblaciones indígenas en todo el continente. La posterior expulsión de los jesuitas y, más tarde, los estragos de la Guerra de la Triple Alianza sumieron a la villa en un largo periodo de declive, marcado por el despojo material y el desplazamiento de familias. El renacimiento llegaría con la llegada del ferrocarril en 1911 y una nueva ola de inmigración europea y asiática, que diversificó la base social y productiva de Itapúa, aportando oficios, capital humano y una cultura del trabajo que perdura como parte de la identidad encarnacena. La relación con Posadas ha sido históricamente un motor económico. Durante décadas, el cruce del Paraná se realizó en lanchas y botes, hasta que en 1990 la inauguración del puente San Roque González de Santa Cruz cambió de escala la integración. El efecto de red derivado del puente multiplicó intercambios comerciales y vínculos laborales, y consolidó un corredor urbano transfronterizo con efectos visibles en precios, hábitos de consumo y movilidad diaria. Esa lógica de complementariedad urbana sigue vigente: cuando un lado del río invierte en infraestructura o diversifica su oferta de servicios, el otro percibe efectos de arrastre en demanda y oportunidades. El gran parteaguas urbano de la Encarnación contemporánea fue la elevación de la cota de la represa de Yacyretá. Así emergió un nuevo frente costero con intervención pública a escala metropolitana: 27 kilómetros de costanera, tres playas consolidadas y un Centro Cívico que hoy es sede del carnaval encarnaceno. El resultado es una ciudad que resignificó su relación con el río, ganó espacios públicos de calidad y reorientó su perfil turístico hacia productos de mayor valor: eventos, gastronomía, ocio familiar y deporte al aire libre, con derrames en hotelería, comercio y vivienda temporal. La dimensión cultural y patrimonial amplifica el atractivo. La Misión de la Santísima Trinidad del Paraná y la Misión de Jesús de Tavarangue—sitios UNESCO—anclan un circuito jesuítico que combina paisaje, historia y arquitectura, mientras que equipamientos como el Estadio Villa Alegre y la cercanía de Carmen del Paraná, con sus playas a 40 minutos del centro, extienden el área de influencia turística de Encarnación. Tras la pandemia, el flujo de visitantes se aproximó nuevamente a niveles prepandemia, con señales de recuperación que se observan en la estacionalidad de ocupación hotelera y el comportamiento del comercio minorista en temporadas altas. Si bien no hay aún estadísticas públicas consolidadas para 2024 específicas de Encarnación, el incremento general del turismo en Paraguay y la relevancia del puente Posadas–Encarnación como segundo punto de ingreso al país permiten inferir una recuperación sostenida de la demanda. La agenda reciente de inversiones públicas y público-privadas abre una nueva fase. La Municipalidad de Encarnación transfirió al Estado paraguayo el aeropuerto de dominio privado municipal, valuado en USD 19 millones, mediante una cesión simbólica cercana a G. 340 millones, sujeta a la condición de inversión en un plazo de tres años, bajo cláusula de reversión a favor del municipio si no se cumple. La Dirección Nacional de Aeronáutica Civil anunció una inversión inicial de USD 9 millones—con posibilidad de escalar a USD 14 millones—orientada a transformar el aeropuerto local en una referencia regional y de escala internacional. En paralelo, Flybondi confirmó vuelos directos entre Buenos Aires y Encarnación, el primer servicio internacional comercial para la terminal, un hito que mejora la accesibilidad aérea y eleva el perfil de la plaza frente a cadenas hoteleras, operadores turísticos y compradores de segundas residencias. A nivel de movilidad metropolitana, la Entidad Binacional Yacyretá comunicó la reactivación de la red ferroviaria en un tramo de 7,5 kilómetros desde la cabecera del puente internacional hasta el barrio Santa María, con pasos a nivel, túneles y una estación moderna para carga y pasajeros. La vuelta del tren reordena lógicas de accesibilidad intraurbana, sugiere nuevas centralidades y, bien articulada con el sistema de transporte existente, puede convertirse en un catalizador de densificación en ejes específicos, elevando el uso del suelo en torno a estaciones y promoviendo un desarrollo urbano más compacto. El Plan 2030 de la ciudad incorpora, además, un Centro de Convenciones concebido como pieza estructurante del turismo de reuniones. La convocatoria abierta para su diseño recogió propuestas profesionales que conectan la memoria de transformación de Encarnación con una visión contemporánea del espacio público y los servicios para congresos. El intendente Luis Yd subrayó el rol del turismo de convenciones como motor económico en ciudades turísticas, y Encarnación posee ventajas comparativas claras: conectividad transfronteriza, frente costero de calidad, hotelería en expansión y un calendario de eventos que puede desestacionalizar la demanda. Futuro Centro de Convenciones de Encarnación La Secretaría Nacional de Turismo anunció una inversión de G. 2.247 millones destinada a robustecer infraestructura turística en Itapúa. La modernización de mapping en Jesús de Tavarangue, mejoras en el Santuario de Itacuá, iluminación monumental en Trinidad del Paraná y la actualización tecnológica y de seguridad en las Misiones Jesuíticas Guaraníes son intervenciones que mejoran la experiencia del visitante y, por tanto, la competitividad del destino. Estas obras coinciden con el proyecto de duplicación y mejoramiento de la Ruta PY01 en cinco frentes simultáneos—rehabilitación de calzada, enlaces, pasarelas, variantes, intersecciones a desnivel y puentes—con una inversión aproximada de USD 430 millones. La ruta que une Asunción con Encarnación reducirá tiempos de viaje, aumentará la seguridad vial y disminuirá costos logísticos, factores que se traducen en mayor atractivo para inversiones productivas y de servicios. El mercado inmobiliario encarnaceno ha acompañado esta curva con ciclos de lanzamiento que van delineando un skyline propio. El primer edificio de la nueva era residencial se anunció a fines de 2014: Torres Bolik I, del Grupo Barcelona, con 91 unidades entre 53 m² y 218 m², inaugurado en noviembre de 2017. A comienzos de 2020, Codas Vyuk presentó Paseo de los Teros, una torre de 12 pisos con tipologías de uno, dos y tres dormitorios—diseñada por NOU Arquitectos—que, pese a la pandemia, logró inaugurarse en mayo de 2022. Desde entonces, Grupo Barcelona sumó Paraná Playa Costanera y Codas Vyuk incorporó Winkel y Vivo Costanera, mientras avanzan obras de Torres Bolik II y Paseo del Sol. El patrón común es claro: localización estratégica respecto de la costanera y las playas, programas residenciales adaptados a demanda permanente y temporal, y una arquitectura que busca capitalizar vistas y espacios comunes para la vida social pospandemia. A este proceso se sumó un hito comercial que marcó un antes y un después en la fisonomía urbana: el Shopping Costanera, anunciado en 2019 e inaugurado a comienzos de 2023 con una inversión de USD 50 millones por parte de Radice SA. Se trata del primer centro comercial de Encarnación, un emprendimiento de 20 niveles que combina seis pisos de locales comerciales, cines, restaurantes gourmet, entretenimiento y servicios comparables a los grandes shoppings del país. Sobre el complejo se eleva además una torre de 12 pisos destinada a oficinas corporativas, consolidando un nodo mixto que integra consumo, trabajo y ocio en un mismo espacio. Shopping Costanera En el rubro de urbanizaciones de gran escala, Agua Vista destaca como hito: concebido hace 17 años, el country ocupa hoy 307 hectáreas y proyecta ampliar su superficie entre 30% y 40% en los próximos años. El crecimiento de este formato—con énfasis en naturaleza, seguridad y amenities—dialoga con la búsqueda de segunda vivienda y la alternancia residencial de familias de Asunción, Posadas y otras ciudades de la región. La diferencia competitiva de Encarnación radica en ofrecer, en una misma área funcional, playa, deporte, agenda cultural y acceso inmediato a una ciudad media con servicios. El impacto conjunto de aeropuerto, tren, centro de convenciones, fortalecimiento patrimonial y mejora de la Ruta PY01 va más allá de la estadística de obra pública. En términos urbanos y de mercado, significa reforzar el “triángulo virtuoso” de accesibilidad, atractividad y anclajes de demanda. Mejor accesibilidad reduce fricciones de viaje y costos; mayor atractividad amplía el tiempo de permanencia y el gasto por visitante; y los anclajes—equipamientos, eventos, circuitos patrimoniales—le dan contenido a esa permanencia. Para el real estate, este triángulo se traduce en mayor profundidad de mercado para vivienda en altura frente al río, productos de renta de corta y media estadía, suelos aptos para desarrollos de uso mixto vinculados a estaciones y nodos de movilidad, y una oportunidad concreta de consolidar un corralito de convenciones con hotelería de nueva generación. Encarnación llega a esta nueva etapa con una identidad reconstruida, un frente costero que la distingue en el mapa paraguayo y una batería de proyectos que apuntan a consolidarla como nodo regional. La suma de conectividad internacional, recuperación de su patrimonio jesuítico, inversión en infraestructura urbana y un mercado inmobiliario que aprende de cada ciclo configura un horizonte creíble. De aquí a 2030, la ciudad tiene la oportunidad de ligar definitivamente su marca a turismo de calidad, residencia con servicios y negocios de frontera con formalidad y escala. La clave estará en mantener el pulso de la inversión, fortalecer la coordinación público-privada y asegurar que el progreso económico se traduzca en bienestar urbano para quienes habitan Encarnación todo el año.
- Asunción Consolida Su Mercado Corporativo: Informe De JLL del Primer Semestre de 2025
El mercado de oficinas corporativas de la capital paraguaya, aún de escala reducida en comparación regional, muestra un crecimiento sostenido con nuevas incorporaciones de superficie, estabilidad en los precios y la llegada de proyectos de alto estándar que apuntan a diversificar la oferta y elevar la calidad del stock disponible. El mercado de oficinas corporativas de Asunción continúa en una etapa de consolidación y expansión, según el Informe de Mercado de Oficinas Corporativas al cierre del primer semestre de 2025, publicado por JLL. El documento revela que la capital paraguaya se mantiene como uno de los mercados más pequeños de la región, pero también como uno de los que exhibe un dinamismo más acelerado, impulsado por nuevos proyectos y una demanda cada vez más exigente en cuanto a calidad y servicios. Al cierre de junio de 2025, el inventario total de oficinas corporativas alcanzó los 263.000 m², cifra modesta en comparación con ciudades de similar escala en América Latina, pero significativa para el contexto local. La proyección a corto plazo marca la pauta del crecimiento: entre 2025 y 2026 se incorporarán 28.000 m² adicionales, lo que representa un incremento del 11 % sobre el stock actual. Si se suman los proyectos en etapa avanzada de planificación —aunque sin fecha definida de inauguración—, la oferta podría expandirse en al menos 70.000 m² adicionales en los próximos cinco años. Uno de los rasgos estructurales del mercado sigue siendo la concentración geográfica: el 88 % de la superficie se localiza en los submercados de Aviadores del Chaco y Villa Morra. Sin embargo, comienza a evidenciarse un cambio de tendencia. La aparición de nuevos polos hacia el oeste de la ciudad y en zonas adyacentes anticipa un proceso de diversificación espacial que dará mayor flexibilidad a las empresas a la hora de elegir su ubicación. A esto se suma la mejora progresiva en la calidad de las instalaciones y la llegada de proyectos que incorporan certificaciones internacionales de sostenibilidad y seguridad, elementos cada vez más valorados por multinacionales y grandes corporaciones. El desarrollo de nuevas torres de oficinas también implica un impacto urbano más amplio. La incorporación de amenities y servicios en los edificios —espacios de uso común, auditorios, áreas de bienestar y tecnología aplicada a la eficiencia energética— no solo beneficia a los inquilinos, sino que también eleva la infraestructura de los barrios donde se emplazan. En este contexto, destaca el anuncio de que la ciudad sumará próximamente el primer proyecto del estudio del arquitecto británico Norman Foster, quien diseñó la nueva sede central de un banco de referencia en Paraguay, marcando un hito en la arquitectura corporativa local. En cuanto a los valores de alquiler, el mercado se mantuvo estable. El promedio general se ubicó en USD 13,0 por m²/mes, prácticamente idéntico al registrado un año atrás (USD 12,9). En el segmento superior, correspondiente a la Clase A, el valor alcanzó USD 18,2 por m²/mes, mientras que la Clase B se situó en USD 12,2 por m²/mes. La estabilidad de precios, combinada con la expectativa de nueva oferta, configura un escenario atractivo para empresas que evalúan instalarse en Asunción, ya que permite negociar condiciones competitivas en un mercado aún en expansión. Factores como ubicación, antigüedad, terminaciones, certificaciones de sostenibilidad, accesos viales y comerciales, sistemas de climatización, eficiencia por planta, tipología de espacios, ratio de estacionamientos y superficie rentable inciden en la categorización de Clase A o B. Actualmente, casi el 90 % de los edificios Clase A se concentran sobre Aviadores del Chaco, con una expansión creciente hacia Villa Morra, particularmente en el entorno del Shopping Mariscal. En paralelo, los edificios Clase B predominan en Villa Morra y la zona de Avda. España, con una tendencia de crecimiento hacia Recoleta. En el segmento de Clase A, el edificio Sudamérica Plaza se perfila como un ícono de la nueva oferta, proyectado sobre las avenidas San Martín y Mariscal López. Su desarrollo marcará un antes y un después en la definición del producto Clase A en Paraguay. Mientras tanto, los edificios Clase C, ubicados principalmente en el microcentro, han perdido relevancia para este tipo de análisis, aunque aún son considerados en casos específicos, como para call centers o grandes superficies que buscan alquileres más bajos (USD 7–8 por m²/mes). Además de su labor de investigación de mercado, JLL desarrolla en Paraguay tres unidades de negocio principales. La primera es transacciones, que abarca la representación de propietarios e inquilinos en procesos de arrendamiento y compraventa. La segunda es gestión de proyectos, enfocada en el acondicionamiento y gerenciamiento de obras. La tercera, en proceso de expansión, es la unidad de riqueza, vinculada al análisis de proyectos hoteleros y de inversión, que se articula con equipos en Argentina y Colombia. Con presencia regional en toda América Latina y oficinas en Estados Unidos, México, Colombia, Brasil, Argentina, Chile, Perú, Panamá, Uruguay y Paraguay, JLL se posiciona como una de las consultoras líderes del sector inmobiliario corporativo. En Paraguay, su aporte radica en proveer transparencia y datos precisos en un mercado todavía joven, pero en plena evolución. El panorama que ofrece el informe reafirma que el mercado de oficinas de Asunción, aunque pequeño, se encuentra en una trayectoria de crecimiento sostenido. La estabilidad de precios, el ingreso de proyectos de alto estándar, la expansión hacia nuevas áreas de la ciudad y la incorporación de certificaciones internacionales configuran un entorno con oportunidades claras para desarrolladores e inquilinos. En un escenario donde la escala aún es limitada, cada nuevo proyecto tiene la capacidad de modificar la dinámica del mercado, consolidando a Asunción como un destino cada vez más competitivo dentro del mapa corporativo regional.
- Nativus, Barrio Cerrado: Innovación y Sostenibilidad en Luque
Nativus, Barrio Cerrado, se presenta como un proyecto insignia, fusionando comodidad y sostenibilidad en un entorno natural y vanguardista. Ubicado sobre la ruta Luque-Limpio, en el barrio Mora Kue de la ciudad de Luque, este desarrollo está diseñado para quienes buscan calidad de vida en el área metropolitana de Asunción, ofreciendo viviendas con servicios de alta calidad. Con 19 residencias desde 126m² construidas en terrenos de 188m², Nativus garantiza un entorno cuidado y confortable para sus residentes. Cada residencia contará con sala, comedor, baño social, cocina, master suite con vestidor y dos habitaciones con baño compartido. Además, se ofrece la opción de agregar, cantero y piscina según las preferencias del cliente. Todas las unidades incluyen quincho con parrilla. Entre los puntos cercanos destacan el Panamerican International School, Supermercado Los Jardines, Biggie Mora Cue, y el Aeropuerto Internacional, entre otros. El acceso al Eje Corporativo de Asunción se encuentra a solo 14 minutos, mientras que las rutas a Limpio y Luque-Sanber garantizan una conectividad conveniente con la ciudad. Los servicios del proyecto incluyen un Club House, áreas de esparcimientos y una piscina, además de administración, seguridad presencial, una app para manejo interno de visitas y uso de los amenities, y una planta de tratamiento. El inicio de la obra está programado para los primeros días de agosto, con una duración estimada de 12 meses, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan. El precio de las residencias van desde 149.980 USD ademas ofrecen planes de financiamiento propio, asi como también la opción de financiación a plazos más largos a través del banco GNB. Este ambicioso proyecto es desarrollado por Club Design, una empresa que inició hace siete años como Club Jardín, especializada en paisajismo. Al notar la demanda creciente de sus habilidades y experiencia en diseño y construcción, decidieron diversificar su oferta y crear CLUB DESIGN, una nueva unidad de negocio que se especializa en soluciones de arquitectura y construcción. Con esta evolución, identificaron una oportunidad para expandirse hacia el desarrollo inmobiliario. La construcción estará a cargo de Benítez Bittar Constructora , una empresa con una trayectoria de 34 años en estudios, planificación, desarrollo, construcción y asesoramiento de inversiones en proyectos del sector de Arquitectura e Ingeniería en Paraguay. Benítez Bittar Constructora lidera proyectos y obras de gran envergadura, ya sean habitacionales, corporativas, industriales, logísticas o civiles. Desde la ciudad de Asunción, la empresa impulsa el desarrollo del país, trabajando con los mejores recursos y una mano de obra de primera para superar las expectativas de cada objetivo propuesto. Reconocidos por su excelencia, compromiso y calidad en cada proyecto, Benítez Bittar Constructora garantiza la ejecución impecable de Nativus, Barrio Cerrado. Para más información sobre Nativus, los interesados pueden completar el siguiente formulario:
- Opciones de Financiamiento para la Vivienda en Paraguay: Del Crédito Estatal al Financiamiento en Pozo
En Paraguay, el acceso a una vivienda propia se sostiene en un abanico de mecanismos de financiamiento que van desde programas estatales de la AFD hasta préstamos de la banca y propuestas directas de desarrolladoras. En Paraguay, el acceso a una vivienda propia cuenta con distintos mecanismos de financiamiento que buscan atender a diversos perfiles de familias y niveles de ingreso. Desde programas estatales articulados a través de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), hasta préstamos con fondos propios de bancos y desarrolladoras, el abanico de opciones es amplio y responde tanto a necesidades de primera vivienda como a alternativas de inversión o refacción de inmuebles ya existentes. El sistema financiero ha canalizado ₲ 8,39 billones en préstamos para vivienda, equivalentes a US$ 1.130 millones. Este volumen representa alrededor del 2,6 % del PIB nacional, una proporción relevante que pone en perspectiva el peso de la vivienda dentro de la economía paraguaya. Sin embargo, aunque el crecimiento en los últimos años ha sido sostenido y significativo, Paraguay aún se ubica entre los países de Sudamérica con menor participación del crédito hipotecario sobre el PIB, lo que refleja tanto el margen de expansión pendiente del sistema financiero como la oportunidad de profundizar la inclusión en el acceso a la vivienda. Uno de los productos más relevantes es AFD Mi Casa, un crédito orientado a la adquisición, construcción, refacción, ampliación o terminación de viviendas. Pueden acceder asalariados, profesionales independientes, comerciantes, microempresarios y cuentapropistas, siempre que califiquen como sujetos de crédito a través de una institución financiera intermediaria. Este préstamo permite financiar hasta dos viviendas, con un máximo de Gs. 1.500 millones cada una, y ofrece plazos que van desde 84 meses con garantía a sola firma hasta 30 años con garantía fiduciaria. Las cuotas no pueden superar el 40% del ingreso familiar global y existe la posibilidad de incluir equipamientos para el hogar hasta el equivalente a 20 salarios mínimos. El crédito puede otorgarse en guaraníes o dólares y permite financiar el 100% del valor del inmueble, con una tasa final que combina la tasa base de la AFD más el margen de la entidad financiera. Por su parte, el programa AFD Primera Vivienda está diseñado para familias que buscan acceder a su primer hogar. En este caso, los beneficiarios no pueden poseer un inmueble a su nombre y sus ingresos no deben superar los ocho salarios mínimos. Se financia la compra de viviendas terminadas, en preventa o en construcción, así como terrenos con proyecto de edificación y refacciones. El préstamo ofrece plazos de hasta 30 años con garantía fiduciaria, pudiendo cubrir hasta Gs. 753 millones aproximadamente, con una tasa final cercana al 10,4% para beneficiarios. Además, contempla la adquisición de viviendas con área comercial siempre que esta no supere el 30% del valor total, y permite financiar equipamientos hasta 15 salarios mínimos. Un aspecto distintivo del programa es la exigencia de pólizas de caución en casos de compra en pozo, lo que brinda al comprador garantías frente a incumplimientos de los desarrolladores. Otra alternativa es el programa Che Róga Porã, dirigido a personas y familias con ingresos de hasta cinco salarios mínimos que buscan acceder a su primera vivienda. El plan financia la compra de unidades en proyectos inmobiliarios aprobados por el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), así como la construcción en terreno propio, compra de terrenos con construcción, refacciones y ampliaciones bajo la versión 2.0 del programa. El crédito tiene un plazo de hasta 30 años, se otorga exclusivamente en guaraníes y alcanza un máximo de 180 salarios mínimos (alrededor de Gs. 503 millones en abril de 2025). La tasa es fija y preferencial, de 6,5%, lo que convierte a este producto en uno de los más accesibles del mercado formal para familias de ingresos medios y bajos. Más allá de los programas estatales, las entidades financieras también ofrecen préstamos habitacionales con fondos propios. Estos productos no suelen tener un monto máximo preestablecido, aunque suelen partir de Gs. 100.000 como mínimo, con plazos de entre 10 y 20 años. Las tasas de interés empiezan en el 10% en guaraníes, aunque algunos bancos disponen de líneas en dólares. Dependiendo de la institución, pueden requerir garantía hipotecaria o fiduciaria, mientras que otras admiten operaciones sin garantías reales. Generalmente exigen ingresos mínimos demostrables, relación cuota-ingreso adecuada, antigüedad laboral, impuestos al día y la contratación de seguros de vivienda y de cancelación de deuda. Además, los inmuebles deben ser tasados periódicamente, lo que introduce un componente de control adicional en el proceso. Finalmente, en el sector inmobiliario se ha consolidado la opción del financiamiento directo en pozo, ofrecido por los propios desarrolladores. En este caso, las empresas financian la compra de departamentos en construcción mediante fondos propios o capital tercerizado. Los esquemas suelen requerir entregas iniciales de entre el 10% y el 35% del valor, con tasas que varían en función del plazo, siendo más bajas a corto plazo y alcanzando hasta el 10% en planes de más de diez años. Esta modalidad, si bien no siempre ofrece la misma seguridad que el crédito bancario, se ha posicionado como una alternativa flexible y atractiva para quienes buscan adquirir unidades en preventa, especialmente en proyectos de alto dinamismo en zonas de crecimiento urbano. En síntesis, el mercado paraguayo de créditos para vivienda combina programas estatales con subsidios implícitos en tasas preferenciales, préstamos tradicionales de bancos y opciones más dinámicas impulsadas por desarrolladores. La elección entre una u otra alternativa dependerá del perfil del comprador, su nivel de ingreso, el tipo de propiedad buscada y el horizonte de financiamiento deseado, conformando un abanico que va desde productos altamente regulados y protegidos hasta esquemas más flexibles pero con mayores riesgos.
- Matter: Un Nuevo Modelo de Oficinas para el Eje Corporativo de Asunción
Con balcones aterrazados en cada nivel, amenities de gran escala y una ubicación estratégica frente al Shopping del Sol, Matter introduce al mercado un modelo de oficinas abiertas, luminosas y sostenibles, diseñado para responder a las nuevas dinámicas laborales y elevar el estándar corporativo en Paraguay. El Consorcio JGL Casatua presentó el día de ayer Matter, una torre de oficinas que busca redefinir el estándar corporativo en Paraguay. El proyecto, distinguido con el International Property Awards 2025 como Mejor Desarrollo de Oficinas de América , se emplaza en la intersección de San Juan XXIII y Dr. Cirilo Cáceres Zorrilla, frente al Shopping del Sol, consolidándose en uno de los puntos más estratégicos del nuevo eje corporativo de Asunción. Con 20 niveles y categoría AAA, el edificio introduce al mercado local un concepto innovador de oficinas que dialoga con las nuevas formas de habitar el trabajo. La concepción de Matter responde a un cambio profundo en la manera de entender los espacios de trabajo. Tras la pandemia quedó claro que la oficina tradicional, cerrada y rígida, había perdido vigencia frente a un modelo más abierto, saludable y adaptable a nuevas dinámicas laborales. Con esa premisa, el proyecto se diseñó para ofrecer ambientes que privilegian la flexibilidad y el bienestar. Cada nivel incorpora balcones aterrazados y ventanales de piso a techo, que garantizan ventilación natural, abundante ingreso de luz y vistas de 360 grados sobre la ciudad. Este recurso, lejos de ser un simple detalle estético, se convirtió en el sello distintivo del edificio y en un valor agregado que lo diferencia en el mercado corporativo de Asunción. Esa innovación arquitectónica se potencia con su localización estratégica. Los desarrolladores subrayan que el nuevo eje corporativo detrás del Shopping del Sol se ha consolidado como un lugar privilegiado para contar con un espacio de trabajo de calidad y diseño. Su ubicación frente al shopping lo convierte en uno de los edificios más atractivos para empresas que buscan reducir tiempos de desplazamiento, multiplicar sus oportunidades de networking y operar en un entorno dinámico y estimulante, en contacto directo con servicios gastronómicos, financieros y comerciales. El diseño, a cargo del estudio Atelier Saizieu, se inspira en el racionalismo y modernismo de los años 30 en Buenos Aires, reinterpretados con un lenguaje contemporáneo. La propuesta incluye hormigón visto, dobles vidrios con aislación térmica y acústica, barandas vidriadas y terminaciones de alta precisión. Se buscó lograr un producto sofisticado que combine materialidad de excelencia, eficiencia energética y estética corporativa, con un resultado que trasciende la simple oferta de oficinas y se plantea como un espacio integral de trabajo y encuentro. Matter ofrece un conjunto de amenities y prestaciones que refuerzan su posicionamiento en el segmento premium. Cuenta con un hall de acceso exclusivo en doble altura y sistemas de seguridad de última tecnología, más de 250 cocheras con un índice de asignación superior al estándar del mercado, un auditorio con capacidad para más de 90 personas y un hub de networking y esparcimiento con patio común. Entre sus propuestas más destacadas figura un restaurante de categoría internacional ubicado en el penúltimo piso, con vistas panorámicas sobre Asunción, pensado para reuniones de alto nivel y experiencias gastronómicas de primer orden. En la planta baja se incluye un local comercial de más de 250 m², mientras que la climatización se resolverá mediante sistemas VRF y la provisión eléctrica estará asegurada por un generador de cobertura total. La apuesta de sus desarrolladores también se refleja en la elección de materiales y tecnologías constructivas por encima de la media local, con el objetivo de ofrecer un producto final de calidad internacional. Matter será entregado con núcleos húmedos completos, cocinas y baños totalmente equipados, pisos técnicos, cielorrasos con conexiones integradas, cortinas domotizadas y aislamiento térmico y acústico de alto nivel, lo que asegura una experiencia inmediata de uso y reduce costos de adecuación futura. El proyecto contempla además la obtención de certificación LEED, que garantiza criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. La integración de luz natural en todos los espacios reducirá el consumo eléctrico, mientras que los materiales seleccionados buscan un uso responsable de recursos, asegurando un desempeño ambiental superior al promedio del mercado. Las oficinas se comercializan en dos formatos: semipisos de 250 m² promedio con seis cocheras incluidas en el precio, y plantas completas de entre 450 y 550 m² con doce cocheras. El plan de comercialización contempla una entrega inicial mínima del 20% y financiación durante los 48 meses que durará la obra sin intereses, iniciada en marzo de 2025 y con un plazo estimado de cuatro años. Un aspecto diferencial del proyecto es su esquema de gestión operativa. El equipo de administración y mantenimiento de Matter garantizará que el edificio se mantenga en perfectas condiciones en todo momento, priorizando la atención rápida a cualquier solicitud de los inquilinos o propietarios y asegurando que la experiencia sea siempre de primera clase. Esta filosofía de servicio complementa la calidad arquitectónica con un estándar de operación alineado a las mejores prácticas internacionales. El proyecto es desarrollado por el Consorcio JGL Casatua, integrado por Jiménez Gaona Lima y Casatua Real Estate, alianza que ya ha consolidado proyectos como Casa M, Met Lomas, Met del Sol, Cosmopolitan y Artemio. Matter representa el sexto desarrollo conjunto, reafirmando la capacidad del Consorcio para ofrecer productos inmobiliarios de alta gama. La colaboración con Atelier Saizieu, socio arquitectónico de confianza, refuerza esta apuesta con un diseño que equilibra innovación, flexibilidad y estética corporativa. En el plano urbano, Matter se inserta en un área estratégica del nuevo Asunción corporativo, frente al Shopping del Sol y rodeado de servicios gastronómicos, financieros y comerciales. La ubicación ofrece ventajas en accesibilidad, networking y visibilidad, reforzando su atractivo para empresas que buscan reducir tiempos de traslado y operar en un entorno dinámico y conectado. Con esta propuesta, el mercado paraguayo de oficinas incorpora un proyecto que combina innovación arquitectónica, amenities de gran escala y un enfoque consciente de sostenibilidad. Matter no solo aporta un edificio de oficinas al skyline de la ciudad, sino que introduce un nuevo paradigma sobre cómo deben concebirse los espacios laborales: flexibles, luminosos, integrados al exterior y diseñados para elevar la calidad de vida de quienes los habitan.
- Hype Trinidad: Un Edificio Pensado para la Vida Contemporánea en Altura
La desarrolladora WA Investment lanzó Hype Trinidad, un proyecto de 24 pisos que combina ubicación estratégica, diseño contemporáneo y un concepto de resort urbano en altura. La noche de ayer se presentó Hype Trinidad en un evento realizado en Alma: Cocina con Fuegos, donde se dio a conocer en detalle la propuesta de este nuevo desarrollo. Con una arquitectura que se eleva a lo largo de 24 pisos, Hype Trinidad se proyecta como un futuro ícono urbano, combinando diseño moderno, funcionalidad y una propuesta de amenities diferencial. Más allá de sus atributos constructivos, el proyecto busca transmitir una visión más amplia: la creación de un estilo de vida de resort en altura, en pleno corazón verde de Asunción. Ubicado sobre la emblemática Avenida Santísima Trinidad, a tan solo una cuadra y media de la Avenida Santísimo Sacramento, Hype se sitúa en uno de los barrios con mayor dinamismo y proyección de la ciudad. El entorno inmediato —conectado a través de arterias clave como Artigas, Primer Presidente y la Costanera— posiciona al edificio en un nodo estratégico de movilidad y accesibilidad. Además, su cercanía al nuevo puente Héroes del Chaco, que une la Costanera Norte con la Sur, convierte a esta zona en una de las más codiciadas. Gerardo Wasmosy, presidente de WA Investment (izquierda), y Guillermo Rotela, director comercial (derecha), durante la presentación de Hype Trinidad La zona de Trinidad conserva, a diferencia de otras áreas centrales de Asunción, una circulación más ágil y múltiples vías de salida. Desde aquí es posible llegar con facilidad tanto al centro histórico como a Villa Morra, al Shopping del Sol, a Luque o incluso a la Ruta 2, evitando los niveles de congestión que hoy caracterizan a otros corredores urbanos. Por eso, más que un barrio en crecimiento, Trinidad se consolida como el polo residencial descongestionado de Asunción, ofreciendo calidad de vida y libertad de movimiento en la ciudad. Al frente mismo de la Plaza Héroes del Chaco, el proyecto asegura una vista abierta e inalterable de por vida. A su alrededor, una red consolidada de servicios y puntos de interés —como el Jardín Botánico, colegios reconocidos (Lumen, SIL), supermercados, centros médicos, iglesias y espacios verdes— completan un equilibrio entre naturaleza, infraestructura urbana y bienestar cotidiano. El corazón conceptual de Hype se materializa en sus amenities. Lejos de ser simples espacios complementarios, los amenities en Hype son parte central de la propuesta: se distribuyen en tres plantas completas —con 29 espacios distintos y más de 1.000 m²— pensados para enriquecer la experiencia cotidiana de sus habitantes. En la planta baja, bajo el concepto Workpoint, se desarrollan áreas que responden a las nuevas formas de trabajo y vida social: coworking, salas de reuniones, lobby ejecutivo, call pods, open garden y áreas de espera que replican el confort de una oficina boutique. Esta configuración permite a los residentes trabajar, recibir visitas o relajarse sin salir del edificio. En el quinto piso, el nivel Social & Outdoor despliega una variedad de espacios pensados para compartir y disfrutar: salón de eventos, sky lounge, zona de niños, coffee bar, parrilleros, terrazas, solárium, piscina, hidromasaje y zona exclusiva para niños. Todo rodeado de vistas privilegiadas y una atmósfera de resort. El rooftop, ubicado en el piso 24, completa esta experiencia con su nivel Chill & Fitness: zona zen, gimnasio de última generación, wellness garden, sauna, playroom, quinchos equipados, laundry y espacios al aire libre que combinan relax, socialización y bienestar físico. Cada área fue diseñada con una clara intención: elevar la calidad de vida y brindar una experiencia integral sin precedentes en el mercado local. Hype ofrece unidades residenciales desde el sexto al vigésimo tercer piso, con una amplia gama de tipologías que responden a distintos perfiles de usuarios. Las superficies van desde los 40 m² hasta los 185 m², con opciones de 1, 2 y 3 dormitorios. Entre las tipologías disponibles se destacan: departamentos de 1 habitación Jr. (40,82 m²), 1 habitación estándar (55,36 m²), 2 habitaciones (89,1 m²), 2 habitaciones plus (93,02 m²), 3 habitaciones (165,22 m²) y 3 habitaciones plus (185,10 m²). Esta diversidad de opciones permite que Hype sea tanto una excelente alternativa para jóvenes profesionales y parejas como para familias que buscan amplitud y confort en un entorno urbano consolidado. Los precios actuales —en etapa de pre-lanzamiento o Early Investors— oscilan entre USD 64.904 para las unidades más pequeñas y USD 296.512 para los penthouses. Las cocheras, por su parte, están disponibles desde USD 14.000. El esquema de financiación contempla un plan propio de hasta 48 meses, con una entrega inicial del 20% previa a la palada inicial y refuerzos anuales durante el plazo. Además, existen acuerdos con Banco Itaú y Banco GNB que permiten acceder a financiamientos de mayor extensión. La obra tiene previsto iniciar en noviembre de 2025, con una duración estimada de 30 meses, lo que proyecta su finalización para Julio de 2028. El edificio Hype Trinidad será construido por WA Constructora, una empresa con más de 15 años de experiencia ejecutando obras de mediana y gran escala. Fundada en 2010 y liderada por el Ing. Gerardo Wasmosy, la constructora se ha consolidado como una firma confiable, orientada a la calidad y reconocida por su capacidad técnica en proyectos residenciales, comerciales y de infraestructura urbana. La trayectoria de WA se caracteriza por su enfoque detallista, cumplimiento de plazos y atención rigurosa en cada etapa del proceso constructivo. Esta solidez operativa representa una garantía para los inversionistas y futuros residentes de Hype, asegurando que la ejecución del proyecto mantenga los más altos estándares de calidad. WA Constructora fue el punto de partida de un camino de crecimiento sostenido que comenzó en 2010 con la construcción de dúplex en Nueva Esperanza, al que siguieron otras obras en Fernando de la Mora. En 2016 la firma alcanzó un hito en su evolución con Vivabien 1, su primer edificio de 25 departamentos, marcando el inicio de una nueva etapa. Desde entonces, el portafolio se ha expandido de manera constante hasta llegar a proyectos de gran escala, como el edificio Concept en Ciudad del Este, con 104 unidades, acompañado de Soho (75 departamentos) y Leblon (21 unidades de mayor tamaño y corte más premium). En paralelo, la empresa ha consolidado una presencia sostenida tanto en Asunción como en el Este del país, posicionándose como un actor clave en el sector. Sobre esa base nació WA Investment, un desprendimiento de la constructora con el propósito de enfocarse 100% en desarrollos inmobiliarios propios. Esta rama del grupo se plantea como la desarrolladora de WA, con una visión de largo plazo que busca no solo levantar edificios, sino construir una marca que represente un estilo de vida y un concepto de ciudad contemporánea. Hype Trinidad es el primero de una serie de proyectos que ya se encuentran en planificación, reflejando la ambición de la firma por dejar una huella distintiva en el mercado inmobiliario de Asunción. Con un enfoque integrador que abarca desde la conceptualización hasta la comercialización, WA Investment trabaja alineada con las nuevas dinámicas urbanas y los cambios en las preferencias habitacionales. Más que un edificio, Hype representa una nueva forma de habitar Asunción. Un espacio donde cada detalle —desde la ubicación hasta los amenities, desde la materialidad hasta el esquema financiero— fue pensado para ofrecer un salto cualitativo en la experiencia residencial urbana. Insertado en una zona que respira naturaleza, conectividad y servicios, Hype invita a vivir la ciudad desde las alturas, sin renunciar al verde, a la comunidad ni al confort.
- Más Allá del Contexto: Jasper Architects y la Arquitectura que Interpreta y Transforma el Lugar
Con una trayectoria marcada por la diversidad geográfica y cultural, el estudio fundado por Martin Jasper redefine los vínculos entre arquitectura, paisaje y escala urbana. Martin Jasper, Director Funador de Jasper Architects en la presentación de Palmanova Center En un escenario inmobiliario en plena expansión como el paraguayo, la presencia de estudios internacionales con una mirada fresca y rigurosa marca la diferencia. Jasper Architects no solo representa esa visión exterior, sino que la funde con una comprensión íntima del paisaje urbano, social y climático de Latinoamérica. Fundado en 2008 por el arquitecto Martin Jasper, el estudio se distingue por una metodología de diseño profundamente analítica, una sensibilidad estética que cruza fronteras y una voluntad genuina de dialogar con los lugares que interviene. Martin Jasper es, en sí mismo, la encarnación de múltiples geografías. Nacido en Ecuador en 1979, hijo de padres alemanes, su infancia transcurrió entre Perú, Alemania y Chile. Su formación académica lo llevó a estudiar arquitectura en la Universidad de las Artes de Berlín, con pasajes por el Politécnico de Milán y la Universidad Católica de Valparaíso. Tras iniciar su carrera profesional en la oficina berlinesa de Norman Foster, Martin profundizó su vínculo con el arte estudiando pintura en la Academia de Brera, en Milán. Martin Jasper en la obra de UP! Berlin Fue precisamente en medio de esta búsqueda artística que una oportunidad inesperada lo llevó a Buenos Aires, y de allí al nacimiento de Jasper Architects. El estudio nació de una conferencia sobre desarrollo urbano y sostenibilidad que Martin brindó junto a un socio en la capital argentina. El impacto de esa presentación motivó la apertura de una oficina y, en paralelo, el inicio de un proyecto emblemático: un parque tecnológico empresarial al norte de Buenos Aires, co-financiado por un inversor alemán. Desde ese punto de partida, Jasper Architects se internacionalizó casi de inmediato, con proyectos en Chile, Perú, Austria y Alemania. La arquitectura de Jasper Architects no responde a un estilo formal predefinido. Su marca no está en la repetición de una estética reconocible, sino en la constancia de una metodología. Cada proyecto comienza desde cero: una hoja en blanco donde se identifican los parámetros específicos del proyecto —urbanísticos, climáticos, económicos, culturales— y se jerarquizan en función de su peso relativo. El diseño emerge, entonces, de esa interacción compleja entre contexto y estrategia, entre limitación y oportunidad. Para Jasper, las restricciones no son obstáculos sino herramientas. “La arquitectura no es una expresión plástica libre, sino una respuesta a condiciones concretas”, sostiene. La experiencia de haber vivido en distintas latitudes y culturas se convierte en una fuente constante de innovación. Desde la geografía andina hasta las costas tropicales, pasando por el legado incaico, indígena y colonial de América Latina, Martin Jasper incorpora una sensibilidad arraigada en el territorio. Al mismo tiempo, su formación europea —tanto académica como profesional— le aporta un rigor metodológico y una conciencia profunda del patrimonio arquitectónico occidental. Es en esa conjunción, entre intuición y análisis, donde se configura la matriz conceptual del estudio. Aunque el lenguaje formal de Jasper Architects es variable, hay constantes que atraviesan su obra: una fuerte presencia de la luz natural, el uso deliberado del vidrio como mediador entre interior y exterior, y una geometría marcada por la ortogonalidad y la eficiencia constructiva. No hay ornamento gratuito, sino una búsqueda de belleza a través de la lógica y la sencillez. “Queremos encontrar soluciones que parezcan complejas, pero que en realidad sean simples de ejecutar”, explica Martin. Esa filosofía se traduce en fachadas que parecen esculturas, pero que están compuestas por módulos repetibles. También en volúmenes que maximizan las vistas, la ventilación cruzada y el ingreso de luz, sin renunciar a la racionalidad estructural. Entre los trabajos más reconocidos de Jasper Architects a nivel internacional se encuentra UP! Berlin, una intervención emblemática de reutilización adaptativa que transformó un antiguo centro comercial de la ex Alemania Oriental en un complejo contemporáneo de oficinas y comercios en el barrio de Friedrichshain. Ganador de un concurso internacional en 2016, el proyecto implicó vaciar por completo el edificio original, abrir grandes vacíos en sus cuatro fachadas para inundar los espacios de luz natural y reorganizar la planta en torno a un núcleo central, creando terrazas y vistas panorámicas en todos los niveles. Completado en 2021 y certificado con el estándar LEED Oro, UP! Berlin no solo devolvió relevancia urbana a una pieza icónica de la ciudad, sino que se consolidó como un ejemplo de sostenibilidad, preservando la estructura de hormigón existente y minimizando la huella de carbono frente a una obra nueva. La experiencia internacional de Martin Jasper también se nutre de obras desarrolladas en entornos de alta sensibilidad ecológica, donde la arquitectura se convierte en un puente entre el confort humano y la preservación del medio ambiente. Un ejemplo es ENAI, un hotel boutique ubicado a orillas del río Tambopata, en la Amazonía peruana, dentro de una zona protegida de Puerto Maldonado. JASPER ARCHITECTS logró la comisión del proyecto por un concurso de diseño, en el que la propuesta de Martín salió ganador. Se articula en dos bloques de suites y un volumen central para el restaurante y áreas comunes, integrados en un paisaje que incluye piscina y embarcadero. Las habitaciones, elevadas sobre pilotes para favorecer la ventilación natural, se abren con techos inclinados hacia vistas panorámicas del bosque y el río, mientras que la estructura del espacio social incorpora celosías abiertas y materiales locales como piedra y madera, reforzando su vínculo con el entorno natural. El proyecto fue reconocido con el LIV Hospitality Awards 2023 y distinguido en los Americas Property Awards como ‘Best Hotel Architecture 2024-2025’ . Otro caso emblemático es Ocama, un retiro en plena selva de la península de Samaná, en la costa norte de República Dominicana. Este resort, concebido como un conjunto de 12 villas y espacios comunes distribuidos en un terreno de fuerte pendiente hacia la playa, se apoya en técnicas constructivas y materiales vernáculos para insertarse con precisión en la topografía. La planificación busca que cada bungalow mantenga privacidad sin aislarse del paisaje, al tiempo que los espacios abiertos del hotel favorecen la circulación del aire y la luz natural. El resultado es un masterplan de 120.000 metros cuadrados que dialoga con la montaña y el mar, reflejando una comprensión profunda de la arquitectura como respuesta al lugar. El proyecto recibió el LIV HOSPITALITY AWARDS 2023. Palmanova Villamorra La llegada de Martin Jasper a Paraguay fue tan casual como decisiva. En 2016 fue invitado como experto alemán por el Consejo Paraguayo de Construcción Sostenible, con el objetivo de contribuir al desarrollo de una norma nacional y un sistema de certificación para la construcción sustentable. La experiencia lo conectó con el país de una manera inesperada: “Me enamoré desde el primer momento”, cuenta. El verde urbano, la tranquilidad de Asunción, la energía constructiva de su mercado y la posibilidad de conectar con el mundo desde una ciudad aún amable fueron razones suficientes para establecer una base operativa y personal en Paraguay. Desde entonces, el estudio ha estado involucrado en el desarrollo de variados proyectos, entre los que destacan tres proyectos en colaboración con Katueté Desarrollos, de gran visibilidad en el país: Palmanova Villa Morra, Palmanova Pacheco y Palmanova Center. Ubicado en una esquina estratégica de la ciudad, el edificio Palmanova Pacheco presentaba un desafío común en los desarrollos locales: cómo aprovechar incentivos normativos que exigen volumetrías rígidas (como un zócalo de estacionamientos de varios niveles) sin comprometer la calidad urbana. En lugar de replicar una muralla opaca a nivel peatonal, Jasper Architects estudió el terreno, preservó los árboles existentes y propuso llevar el verde hacia arriba mediante una volumetría escalonada. El resultado fue una torre compuesta por bloques de distintas tipologías residenciales, desplazados entre sí para generar terrazas-jardín en alturas estratégicas. Estos espacios, que reproducen la experiencia de la vereda pero en pisos elevados, ofrecen un corredor para correr, zonas verdes de descanso y amenities con vistas abiertas. En la base, el estacionamiento se disimula tras un sistema de jardineras, evitando el efecto muro y manteniendo la conexión visual con el entorno. Con una escala mucho mayor —más de 200.000 m²—, Palmanova Center es el intento más ambicioso del estudio en Paraguay. El proyecto se ubica sobre la avenida Primer Presidente, una zona con potencial urbano inexplorado. El desafío fue crear un nuevo epicentro que no solo concentrara vivienda, oficinas, hotelería y espacios comerciales, sino que ofreciera una experiencia urbana genuina. El estudio propuso un zócalo de cinco niveles que funciona como un mall peatonal y ajardinado, con escalinatas que invitan al paseo y plazas internas que emulan cañadas naturales. Esta idea, inspirada en los recorridos por la naturaleza paraguaya, se traduce en una arquitectura que articula paisaje y edificación, generando un nuevo tipo de espacio público semiprivado. Sobre esa base se levantan cuatro torres dispuestas de forma que ninguna unidad mire directamente hacia otra. La geometría prismática y la orientación de las fachadas permiten maximizar las vistas al río y a los parques circundantes, al mismo tiempo que garantizan iluminación y ventilación en todos los niveles. El diseño está pensado desde adentro: cada decisión volumétrica responde a cómo se vive y se experimenta el edificio desde el interior. Para Jasper Architects, el éxito de sus proyectos en Paraguay no se mide solo en ventas —aunque los resultados han sido muy positivos—, sino en el valor urbano que agregan. En palabras de Martin Jasper: “Cada edificio tiene que contribuir a su contexto, y en el caso de Asunción, eso significa proteger y amplificar lo que hace única a esta ciudad: su abundancia de verde y su ritmo amable”. Esa visión se alinea con una tendencia global: la búsqueda de entornos construidos que integren naturaleza, escala humana y densidad inteligente. Jasper no quiere que Asunción se convierta en una jungla de concreto, sino apoyar a que la ciudad se desarrolle como una ciudad densa, pero viva. Como él mismo afirma, “basta que pongas un poco de tierra y ya la planta crece sola; eso no hay que perderlo”. Con oficinas activas en Nueva York, Berlín, Buenos Aires y Asunción, el equipo trabaja en proyectos en todo el Continente Americano, el Caribe, Europa, Medio Oriente y el Sudeste Asiático. Así, Jasper Architects sigue expandiendo su campo de acción. En Asunción, han encontrado un contexto urbano fértil, donde la arquitectura puede aún dialogar con la escala humana y proyectar nuevas formas de habitar la ciudad.
- Fundamentos de la Administración de Consorcios: Lo que Todo Propietario Debe Saber
En el mercado inmobiliario paraguayo, Gustafson & Asociados ha sido protagonista de proyectos pioneros que no solo han transformado la fisonomía urbana, sino también la forma en que se concibe la vida en edificios y condominios. Nathaly Gustafson, además de su papel en la comercialización a través de Paraguay Sotheby’s, lidera la administración de todos los desarrollos de la firma a través de MAJUBE S.A., una estructura creada específicamente para garantizar que la calidad de las obras se mantenga intacta a lo largo del tiempo. La relevancia de MAJUBE radica en dos aspectos clave: es una empresa conformada para administrar única y exclusivamente los edificios desarrollados por Gustafson, lo que le permite contar con el apoyo logístico de la propia constructora y desarrolladora, y con un equipo de trabajo integrado por personas formadas dentro de la empresa, que conocen en profundidad cada edificio y están plenamente comprometidas con la calidad del servicio que brindan. En esta nota, Nathaly comparte su enfoque, aprendizajes y recomendaciones sobre cómo una gestión profesional, transparente y proactiva puede marcar la diferencia entre un edificio que envejece con dignidad y uno que pierde valor con el paso de los años. La administración de consorcios es, en esencia, la columna vertebral de la vida en comunidad dentro de un edificio. Su alcance se extiende mucho más allá del pago puntual de facturas o la contratación de servicios básicos. Implica un manejo integral que conjuga dos dimensiones complementarias: la operativa, orientada a la funcionalidad y el mantenimiento diario, y la administrativa, centrada en la transparencia financiera, la planificación y la toma de decisiones. En la práctica, esto significa que cada tarea, desde la verificación del funcionamiento de los equipos hasta la gestión de grandes inversiones, debe abordarse con un criterio preventivo y una metodología rigurosa. La experiencia enseña que la improvisación en la administración termina costando caro, tanto en términos económicos como en calidad de vida para los residentes. En el plano operativo, una gestión eficiente no espera a que surjan las contingencias: trabaja para que estas no ocurran. Esto exige implementar planes de mantenimiento preventivo que cubran desde sistemas eléctricos y bombas de agua hasta ascensores y generadores. La clave está en la regularidad y el cumplimiento estricto de los cronogramas. Anticiparse a un fallo mayor, como la reparación de un ascensor o la reposición de un sistema de respaldo de energía, no solo ahorra dinero, sino que evita que la vida de los residentes se vea alterada. La capacidad de respuesta frente a imprevistos es otro pilar del área operativa: cortes prolongados de agua, interrupciones eléctricas o averías estructurales demandan soluciones inmediatas y coordinadas, con un equipo disponible las 24 horas para garantizar que el edificio siga funcionando con normalidad, incluso en circunstancias adversas. La dimensión administrativa es igual de crítica, aunque muchas veces menos visible para los propietarios. En este ámbito, la gestión se enfoca en la transparencia, la eficiencia y la claridad de los procesos. La utilización de sistemas integrados de administración permite llevar un registro detallado y ordenado de cada gasto, automatizar la emisión de planillas de expensas y generar reportes que muestran con precisión en qué se invierte cada guaraní. Este nivel de detalle no solo facilita la rendición de cuentas, sino que fortalece la confianza entre la administración y los copropietarios, al eliminar espacios de incertidumbre o desconfianza. Un proceso administrativo bien diseñado establece filtros y autorizaciones que aseguran que cada pago esté debidamente respaldado, reduciendo al mínimo las posibilidades de errores o manejos poco claros. Pero administrar un consorcio no es únicamente mantener las cuentas en orden y los servicios funcionando. La gestión involucra un componente humano decisivo: la capacidad de mediar, escuchar y facilitar acuerdos entre propietarios con intereses y prioridades diferentes. En Paraguay, un reglamento de copropiedad para propiedades horizontales —como edificios o condominios— establece las normas de convivencia y el uso de áreas comunes y privadas. Este reglamento es obligatorio, debe ser formalizado por escritura pública e inscripto en el Registro de Inmuebles, y cuenta con la intervención de la Municipalidad, que en el marco de sus competencias urbanísticas participa en la aprobación y regulación de estos documentos. Es práctica común que, una vez al año, se celebre una asamblea general en la que se rinden cuentas, se presentan balances y se definen políticas para el siguiente ejercicio. En estas instancias, la administración no solo actúa como ejecutora de decisiones, sino que debería también actuar como guía técnica y estratégica, presentando propuestas que respondan a las necesidades reales del edificio y ofreciendo información clara para que los copropietarios tomen decisiones informadas. En paralelo, cada consorcio designa un consejo de administración que funciona como un órgano de enlace y asesoramiento. Este consejo representa a los propietarios en la supervisión de la gestión y en la evaluación de propuestas de inversión o mejoras. La fluidez en la comunicación entre el consejo y la administración es fundamental para mantener la coherencia en las acciones y garantizar que las decisiones respondan al interés colectivo. La experiencia demuestra que cuando la administración es proactiva, planteando mejoras y estrategias antes de que los problemas se vuelvan urgentes, la comunidad responde positivamente y las inversiones se realizan con consenso. Un aspecto que marca la diferencia en la administración es la visión estratégica con la que se concibe el edificio desde su origen. Cuando en el diseño y la composición tipológica de las unidades se considera cómo se administrará el conjunto, se facilita enormemente la gestión posterior. Evitar combinaciones extremas de tipologías —como mezclar monoambientes con penthouses de lujo— reduce el riesgo de conflictos de intereses en las asambleas y promueve una comunidad con objetivos más homogéneos. Esta planificación inicial es una ventaja competitiva que, en la práctica, se traduce en una administración más ágil y menos conflictiva. Aspectos como el acceso seguro para limpiar fachadas y vidrios, la ubicación estratégica de salas técnicas para que el personal pueda trabajar sin interferir con las áreas comunes, la elección de materiales duraderos y de fácil reposición, o la instalación de sistemas que simplifiquen la inspección y reparación de equipos críticos, son decisiones que, aunque invisibles para el comprador en el momento de la adquisición, determinan la eficiencia y el costo de la administración en el futuro. Esta planificación inicial no solo mejora la operatividad diaria, sino que constituye una ventaja competitiva que, en la práctica, se traduce en una administración más ágil, menos conflictiva y financieramente más eficiente. Finalmente, la administración juega un papel determinante en la preservación del valor del activo inmobiliario. Un edificio que recibe mantenimiento constante y mejoras periódicas puede, incluso después de décadas, mantenerse competitivo en el mercado. El ejemplo del edificio Castavista, con 15 años de antigüedad y una reciente inversión en la pintura de su fachada, lo confirma: la conservación sostenida no solo evita la depreciación, sino que proyecta una imagen de calidad que atrae a nuevos compradores y refuerza la confianza de los residentes actuales. En contraste, la falta de gestión puede llevar a que un inmueble pierda su atractivo y se convierta en un pasivo en lugar de un activo. La administración de consorcios, bien ejecutada, es una disciplina que combina técnica, estrategia y compromiso. Es un trabajo en gran parte invisible para quienes disfrutan de sus resultados, pero que se refleja en la calidad de vida, la armonía comunitaria y el valor económico del inmueble. En un mercado donde la competencia entre desarrollos es cada vez más intensa, la diferencia entre un edificio que envejece con dignidad y otro que pierde vigencia puede radicar, precisamente, en la forma en que es administrado.
- Cómo Identificar Áreas de Revalorización en el Mercado Inmobiliario
Factores determinantes y dinámicas de mercado que configuran la revalorización inmobiliaria en Paraguay En el discurso inmobiliario —sea en presentaciones de venta, notas periodísticas o campañas publicitarias— es frecuente escuchar que ciertas zonas “son ideales para invertir” porque “se revalorizarán con el tiempo”. Aunque esa afirmación puede ser cierta, la lógica detrás de la valorización inmobiliaria suele quedar poco clara. Entender qué factores impulsan realmente el aumento del valor de un inmueble es clave para tomar decisiones informadas y evitar expectativas infundadas. En el mercado paraguayo, la revalorización no es producto de un único elemento, sino de la interacción de múltiples variables. Desde inversiones en infraestructura hasta estrategias de marketing bien ejecutadas, pasando por cambios regulatorios y la instalación de polos de actividad económica, el valor de un inmueble está profundamente vinculado al contexto urbano, social y económico en el que se inserta. Inversión en infraestructura La inversión en infraestructura es uno de los factores más determinantes para la revalorización de inmuebles, con un impacto que se percibe tanto en el corto como en el largo plazo. Sus beneficios pueden entenderse en tres planos interconectados: el aumento del valor intrínseco de la propiedad, la mejora de su atractivo comercial y la consolidación del entorno urbano en el que se inserta. Obras como autopistas, avenidas pavimentadas, iluminación pública, redes de agua y alcantarillado o sistemas de transporte reducen fricciones en la vida diaria y elevan la percepción de calidad de vida. Una calle pavimentada y bien iluminada no solo mejora la accesibilidad y la seguridad, sino que amplía el universo de potenciales compradores o inquilinos, lo que se traduce en mayor demanda y precios más altos. La infraestructura también genera un “efecto derrame”: cuando una zona recibe nuevas conexiones viales, servicios básicos o equipamientos urbanos —como parques, centros educativos o de salud— no solo aumentan los valores de las propiedades existentes, sino que se estimula la llegada de nuevos desarrollos, reforzando el estatus del área y creando un ciclo virtuoso de valorización. Además, este tipo de obras suele percibirse como una inversión de largo plazo respaldada por políticas públicas o privadas, lo que reduce el riesgo percibido e impulsa decisiones de compra más rápidas. En el contexto paraguayo, el Puente Héroes del Chaco es un ejemplo reciente y contundente. Esta conexión entre Asunción y lo que antes era Chaco’i —hoy Nueva Asunción— transformó por completo la dinámica de la zona. Incluso antes de su inauguración, el solo anuncio de la obra impulsó un alza en los precios de los terrenos. Tras su apertura, lotes que valían apenas centavos por metro cuadrado hace 15 años pasaron a cotizarse por encima de los USD 20/m², consolidando un nuevo frente de expansión urbana y demostrando cómo la infraestructura puede ser el detonante más poderoso de revalorización. Nuevas áreas corporativas y comerciales La creación de nuevas áreas corporativas y comerciales tiene un impacto directo y profundo en la valorización de los inmuebles, ya que no solo modifica la dinámica económica de una zona, sino que también redefine su identidad urbana y su proyección a futuro. La instalación de polos corporativos —ya sean edificios de oficinas, parques empresariales o centros de innovación— eleva la demanda por bienes raíces tanto comerciales como residenciales en su entorno inmediato. La concentración de empresas y trabajadores genera un flujo constante de personas que dinamiza el consumo, impulsa la apertura de comercios y aumenta la necesidad de viviendas cercanas, lo que se traduce en un incremento sostenido de precios y alquileres. De igual forma, los desarrollos comerciales de gran escala, como shoppings, avenidas gastronómicas o centros de servicios especializados, funcionan como verdaderas anclas urbanas. Estos equipamientos no solo sirven a los residentes de la zona, sino que atraen público de otras áreas, elevando la visibilidad y el valor percibido de los inmuebles aledaños. La apertura de un centro comercial de alto nivel suele ir acompañada de nuevas inversiones en hoteles, oficinas y proyectos residenciales de mayor categoría, generando un efecto multiplicador que transforma el perfil de todo el barrio. En Paraguay, este fenómeno se ve potenciado por una realidad particular: la mayoría de las plazas y parques no están bien mantenidos y existe una percepción generalizada de inseguridad que limita su uso, sobre todo en horarios vespertinos o nocturnos. Equipamientos en mal estado, iluminación deficiente y falta de mantenimiento regular han reducido su capacidad de funcionar como articuladores naturales de la vida comunitaria. Este vacío lo han ocupado, en gran medida, los centros comerciales. En Asunción y otras ciudades, los shoppings no son únicamente lugares de compra, sino verdaderos puntos de encuentro social donde convergen familias, amigos, colegas y turistas. Ofrecen un entorno climatizado, limpio, iluminado y vigilado, que brinda una sensación de seguridad y confort que el espacio público abierto muchas veces no puede garantizar. En países con tradición de espacio público activo, plazas y áreas centrales cumplen este rol; en Paraguay, gran parte de esa función recae sobre los centros comerciales. Las consecuencias sobre el mercado inmobiliario son claras: las propiedades ubicadas cerca de un shopping de referencia —como Paseo La Galería en Aviadores del Chaco, Shopping del Sol en la zona de Santa Teresa o Mariscal López Shopping en Villa Morra— tienden a valorizarse más rápido y de forma más estable que aquellas alejadas de este tipo de polos. Vivir cerca significa reducir traslados, acceder a un ambiente seguro y contar con un abanico de servicios —gastronomía, entretenimiento, bancos, supermercados, gimnasios e incluso clínicas— a pocos minutos de casa. Para un inversor, supone apostar por un activo respaldado por flujos constantes de personas y por la reputación consolidada del nodo comercial, factores que sostienen su valorización en el tiempo. Nuevas industrias y centros logísticos La instalación de industrias y centros logísticos tiene un impacto particularmente fuerte en la valorización de los inmuebles, aunque su lógica es distinta a la de polos corporativos o comerciales. Su efecto se sustenta en la generación de empleo, la dinamización de cadenas de suministro y la transformación estructural del territorio. En primera instancia, estos desarrollos provocan un incremento inmediato en la demanda de suelo. Una planta industrial o un centro logístico de gran escala requiere no solo su propio terreno operativo, sino también la presencia de proveedores, talleres, empresas de servicios y, en muchos casos, áreas para expansión futura. Esto eleva el valor de los terrenos industriales y semiurbanos en el entorno y puede convertir a zonas antes marginales en áreas estratégicas para la inversión. El impacto se extiende al mercado residencial. Cuando se instala un polo productivo, aumenta la necesidad de viviendas para empleados en todos los niveles, desde operarios hasta personal administrativo y gerencial. Este flujo poblacional ejerce presión sobre el mercado de alquiler y sobre la venta de lotes o viviendas cercanas, impulsando la valorización de los inmuebles habitacionales. A esto se suman las mejoras en conectividad que suelen acompañar a estas inversiones: pavimentación de rutas, ampliación de accesos, instalación de redes de agua y electricidad. Estas obras no solo benefician a la empresa o parque industrial, sino que revalorizan todo el corredor logístico y aumentan la competitividad de las propiedades cercanas para usos diversos. En Paraguay, los centros logísticos y parques industriales tienden a concentrarse en zonas periurbanas o ciudades satélite, como Limpio, Luque, Mariano Roque Alonso o a lo largo de los corredores de la Ruta PY02 y PY01. En estos lugares, el arribo de frigoríficos, depósitos de e-commerce y complejos de distribución ha generado un cambio notable en el mapa inmobiliario. Sectores que antes eran considerados de baja densidad o de poco interés comenzaron a recibir inversiones en galpones, oficinas técnicas y servicios auxiliares, lo que derivó en un aumento sostenido de precios y en una diversificación de usos del suelo. Terrenos que hace una década se vendían a USD 15/m² hoy superan los USD 45/m² en sectores con conexión directa a la ruta modernizada. En el mediano y largo plazo, cuando un polo industrial o logístico se consolida, la percepción de estabilidad económica del área se fortalece. Esto incentiva la instalación de bancos, estaciones de servicio, hoteles, restaurantes y comercios, transformando lo que antes era un sector aislado en un nodo económico diversificado y con un mercado inmobiliario mucho más dinámico. Megaproyectos catalizadores Los megaproyectos catalizadores —ya sean de carácter inmobiliario, de infraestructura, mixtos o incluso eventos internacionales— tienen un impacto transformador sobre la valorización de los inmuebles porque no solo cambian físicamente el territorio, sino que también modifican las percepciones y expectativas del mercado a gran escala. Se los denomina “catalizadores” porque desencadenan procesos que trascienden sus propios límites físicos, generando dinámicas económicas y urbanas que reconfiguran áreas enteras. La construcción de un complejo de usos mixtos de gran envergadura, un nuevo aeropuerto, un puerto fluvial moderno, una terminal multimodal o un estadio internacional puede redefinir completamente la centralidad de una zona, convirtiéndola en un nodo clave que antes no existía. En el corto plazo, estos proyectos generan movimiento económico inmediato: empleo en la construcción, demanda de insumos y servicios, y especulación inmobiliaria en torno a terrenos cercanos, con precios que muchas veces comienzan a subir incluso antes de que la obra esté concluida. Una vez en operación, el alcance de su impacto se amplía. Un nuevo aeropuerto o una terminal portuaria, por ejemplo, no solo mejora la conectividad, sino que atrae hoteles, centros de convenciones, parques empresariales y desarrollos residenciales orientados a captar la nueva demanda de visitantes o profesionales. Un gran distrito urbano, como podría ser un “hub financiero” o un “distrito tecnológico”, concentra oficinas, comercios, vivienda, entretenimiento y espacios públicos de calidad, actuando como un microcentro que irradia actividad y eleva el valor del suelo en un radio que puede extenderse por kilómetros. Además de los beneficios tangibles, los megaproyectos catalizadores aportan un elemento intangible pero determinante: el cambio de percepción. Una obra de gran escala bien diseñada y ejecutada envía al mercado una señal de confianza y visión a largo plazo, reduciendo el riesgo percibido e incentivando inversiones complementarias. El efecto de derrame es multisectorial: mejora de infraestructura urbana, fortalecimiento de la identidad y la imagen de la zona, atracción de eventos, turismo y negocios que antes no tenían en su radar el área intervenida. Este círculo virtuoso, si es bien gestionado, puede sostener la valorización y el reposicionamiento urbano durante décadas. Apertura de equipamientos de alto valor social La instalación de equipamientos de alto valor social —como colegios, universidades, hospitales, centros culturales o deportivos— es uno de los motores más consistentes y duraderos de valorización inmobiliaria. Estos proyectos no solo atraen usuarios directos, sino que transforman la dinámica urbana de un barrio, incrementando su atractivo y fortaleciendo su identidad. En primer lugar, actúan como polos de atracción poblacional. La apertura de un colegio de prestigio no solo convoca a estudiantes, sino también a familias que buscan residir cerca para reducir tiempos de traslado y garantizar comodidad. Lo mismo ocurre con universidades y hospitales: además de estudiantes y pacientes, atraen docentes, médicos, investigadores y personal administrativo, generando una demanda sostenida de viviendas y servicios en su entorno inmediato. Su presencia también eleva la percepción de calidad de vida. La proximidad a educación, salud o cultura es un factor decisivo en las decisiones residenciales, especialmente en segmentos medios y altos, y se traduce en una disposición a pagar más por el metro cuadrado. Esto hace que la valorización en zonas con este tipo de equipamientos sea más estable y menos susceptible a ciclos de mercado. A este efecto directo se suma un impacto indirecto sobre la economía local: la llegada de estos equipamientos impulsa la apertura de comercios, farmacias, restaurantes, librerías, cafés y servicios de transporte, creando un ecosistema urbano más activo y seguro. Este dinamismo mejora la reputación del área y consolida su atractivo para inversores, desarrolladores y residentes por igual. Cambios de normativas urbanísticas favorables Los cambios de normativas urbanísticas favorables pueden tener un impacto inmediato y profundo en la valorización de los inmuebles, porque alteran directamente las reglas del juego sobre lo que se puede construir, cómo se puede usar el suelo y qué actividades están permitidas en una zona determinada. En términos simples, una normativa urbana define el “potencial” de un terreno. Si las reglas cambian para permitir mayor altura, más densidad constructiva o un uso mixto que antes estaba restringido, ese terreno automáticamente se vuelve más valioso, incluso sin que se haya hecho ninguna mejora física. Esto también aplica cuando se introducen incentivos fiscales, se flexibilizan retiros, se reducen las exigencias de estacionamientos o se integran áreas al trazado de transporte masivo. En muchos casos, una recalificación puede transformar por completo el perfil de un barrio. Cuando una zona antes residencial de baja densidad pasa a permitir desarrollos de gran altura o con usos comerciales, el valor de los lotes puede multiplicarse, ya que los desarrolladores identifican la oportunidad de maximizar el nuevo potencial edificatorio. En Paraguay, estos cambios han sido decisivos para la transformación de corredores estratégicos. Ejes como Aviadores del Chaco o Molas López, que hasta hace dos décadas estaban dominados por viviendas unifamiliares, se convirtieron en zonas de alta densidad gracias a la flexibilización en altura y usos. Este cambio normativo abrió la puerta al surgimiento de torres residenciales, hoteles y edificios corporativos de gran escala, disparando el valor del metro cuadrado y atrayendo a grandes desarrolladores. El caso de Molas López es ilustrativo: la habilitación para edificios de mayor altura, acompañada por inversiones en infraestructura vial, en la red de cloacas y desagües, provocó un aumento de entre el 30% y el 50% en el valor del suelo en menos de tres años, consolidando el corredor como uno de los más demandados para proyectos residenciales. La normativa favorable no solo estimula el mercado local: también es un imán para el capital extranjero. Inversionistas internacionales suelen analizar con detalle el marco regulatorio antes de decidir una compra de tierra, y una normativa clara, previsible y orientada al desarrollo puede marcar la diferencia entre un área que se estanca y otra que se convierte en un polo de inversión regional. Por el contrario, cuando las normativas se endurecen o imponen restricciones significativas, el efecto puede ser el opuesto: un freno en el dinamismo del mercado y una caída en el atractivo de inversión. De ahí que el seguimiento de cambios regulatorios sea una de las tareas clave para anticipar dónde se producirán las próximas olas de valorización. Marketing por parte de la desarrolladora El marketing inmobiliario, cuando se ejecuta de forma estratégica y sostenida, no solo impulsa la venta de unidades: puede redefinir la identidad urbana de un sector entero y, con ello, catalizar su valorización. En el mercado paraguayo existe un caso paradigmático que lo demuestra: la campaña del “Nuevo Eje Corporativo de Asunción”, lanzada en 2009 por la desarrolladora Capitalis. En ese momento, la empresa estaba ejecutando un ambicioso plan de diez edificios corporativos en un plazo de cinco años, todos concentrados en un área específica de la ciudad. Más allá de la obra física, la verdadera jugada maestra estuvo en la narrativa. A través de artículos en medios, entrevistas y material promocional, se posicionó la idea de que Asunción estaba gestando un nuevo núcleo de oficinas premium, moderno y con proyección internacional. La estrategia tuvo un efecto multiplicador: otros desarrolladores, viendo el potencial comercial y la fuerza del concepto, adoptaron el término en sus propias campañas. El mercado comenzó a percibir la zona no como un conjunto de proyectos independientes, sino como un distrito coherente, con una identidad clara y un potencial de crecimiento diferenciado del resto de la ciudad. Lo más significativo es que esta construcción de marca territorial trascendió la duración de la campaña. Más de una década después, el área sigue siendo conocida como “el Eje Corporativo de Asunción”, una denominación instalada en el imaginario colectivo, presente tanto en la narrativa mediática como en la comunicación de nuevos proyectos. Este caso demuestra que insertar y consolidar un concepto en la mente del público puede revalorizar un área tanto como una inversión en infraestructura física. Cuando un sector logra una identidad reconocible y asociada a atributos positivos —modernidad, concentración de servicios y estatus corporativo—, el valor del suelo y de los inmuebles tiende a aumentar no solo por sus características intrínsecas, sino también por la fuerza de la marca urbana construida. Luego de analizar todos los factores que pueden impulsar la revalorización de un inmueble —infraestructura, polos comerciales, industrias, megaproyectos, equipamientos sociales, cambios normativos y estrategias de marketing—, es fundamental dar un paso más y preguntarse: ¿quién es el que realmente va a capitalizar ese valor adicional? Los inmuebles no aumentan de precio por sí solos. Lo que estos factores hacen es agregar atributos que mejoran su atractivo y funcionalidad. Ese nuevo valor solo se materializa cuando existe un segmento de personas o empresas dispuestas a pagar más por acceder a esos atributos. Por eso, entender al comprador o usuario final es tan importante como analizar el mercado en abstracto. Cada zona tiene un público objetivo diferente y, con él, prioridades distintas. Un barrio que se potencia con un centro comercial de alto nivel atraerá a quienes valoren la oferta gastronómica, el entretenimiento y la seguridad; una zona que incorpora un parque industrial de gran escala será más atractiva para trabajadores y empresas que prioricen la proximidad laboral; un distrito que se redefine con un cambio normativo favorable interesará a desarrolladores que vean margen para maximizar el uso del suelo. En Paraguay, muchos de estos factores no son solo proyecciones: ya están en marcha y en varios casos en etapa de consolidación, con procesos de revalorización visibles. La economía nacional, según la última estimación de la CEPAL, crecerá un 4,0 % este año, por encima del 3,6 % proyectado en abril. Este contexto macroeconómico activo y en expansión favorece que la mayor parte de las zonas urbanas y periurbanas estén en revalorización constante, a medida que nuevos comercios, instituciones educativas, servicios y equipamientos continúan expandiéndose. Pero tan importante como reconocer estos motores de valorización es comprender la dinámica de los compradores: hacia dónde se están desplazando, qué atributos priorizan hoy y cuáles podrían dejar de valorar en el corto o mediano plazo. Los patrones de demanda cambian con la economía, la movilidad, la tecnología y el estilo de vida. Detectar a tiempo esos giros permite anticiparse y posicionar los activos en los lugares y formatos que capturen mejor el valor presente y el que está por venir. En definitiva, la clave no está solo en identificar los elementos que generan valorización, sino en comprender a quién le generan ese valor y qué tan dispuesto está ese público a pagar por él. Es en esa intersección —entre los atributos de la zona y las motivaciones del mercado objetivo— donde la revalorización deja de ser un concepto potencial y se convierte en un retorno tangible.
- Hipotecas Divisibles: El Régimen que Argentina Ya Reglamentó y que Paraguay Debería Replicar
Una herramienta jurídica y financiera que transforma el acceso al crédito, moderniza el desarrollo inmobiliario y plantea un modelo replicable para Paraguay. El Gobierno Nacional argentino, a través de la Resolución Conjunta 2/2025 de los Ministerios de Economía y de Justicia, reglamentó de manera oficial la aplicación de las hipotecas divisibles, una herramienta legal y financiera pensada para facilitar el acceso al crédito, dinamizar el desarrollo inmobiliario y reducir el déficit habitacional mediante la formalización del financiamiento de proyectos en obra. Esta medida reglamenta el Decreto 1017/2024, que introduce un nuevo paradigma: el de permitir que un inmueble aún no subdividido pueda ser hipotecado y, posteriormente, al ser dividido en unidades funcionales o parcelas, se distribuya proporcionalmente tanto el crédito como la garantía entre los futuros adquirentes. Esta figura representa un salto cualitativo en la estructuración financiera de desarrollos inmobiliarios y responde a un objetivo claro: liberar el potencial del crédito hipotecario como motor de crecimiento urbano y acceso a la vivienda. En un país donde la informalidad, la desconfianza y los mecanismos tradicionales han limitado durante décadas la bancarización del sector inmobiliario, el régimen de hipotecas divisibles se instala como una vía concreta para destrabar el financiamiento estructurado. La pregunta que naturalmente se plantea desde Paraguay es directa: ¿por qué no adoptar una herramienta similar en nuestro país, donde los desafíos estructurales son muy similares, pero los marcos normativos y registrales aún no están alineados con las nuevas realidades del mercado? Una hipoteca divisible es, en esencia, una garantía real que se constituye sobre un inmueble aún no subdividido —por ejemplo, un edificio en obra— y que, al momento de la escrituración de las unidades individuales, se divide jurídicamente junto con la propiedad del inmueble. De este modo, el crédito hipotecario originalmente otorgado al desarrollador o propietario se fracciona en créditos individuales, y cada comprador asume la porción correspondiente de la deuda garantizada con su propia unidad. La figura es especialmente útil en desarrollos multifamiliares, barrios cerrados, proyectos de propiedad horizontal o urbanizaciones. El nuevo régimen argentino permite constituir esta hipoteca divisible en el acto de otorgamiento inicial, o bien estructurar una hipoteca común sujeta a división futura, con efectos simultáneos al momento de la transferencia dominial de cada unidad. Esta última alternativa es clave para flexibilizar las operaciones. Además, se habilita la inscripción registral de boletos de compraventa sobre unidades futuras, en folios especiales vinculados a la hipoteca madre, lo que otorga seguridad jurídica y trazabilidad a las operaciones de preventa. El régimen también regula el derecho real de superficie, la afectación a propiedad horizontal y la documentación técnica necesaria para operar dentro de este esquema. Tradicionalmente, una hipoteca en un inmueble indiviso impedía al desarrollador escriturar por partes a menos que cancelara íntegramente la deuda. Esto creaba un cuello de botella: ni se podía escriturar sin pagar todo, ni se podía pagar todo sin escriturar (y cobrar). Este dilema forzó a muchos desarrolladores a trabajar con estructuras poco transparentes —cesiones de derechos, contratos privados, fideicomisos no estandarizados— que dificultaban el acceso al crédito formal y elevaban el riesgo para todas las partes. Con las hipotecas divisibles, el modelo se invierte: la deuda y la garantía acompañan a cada unidad, facilitando que el desarrollador transfiera la propiedad sin cancelar el préstamo completo, siempre que el comprador asuma su parte de deuda o la cancele por anticipado. El desarrollador se libera de su responsabilidad en la medida en que transfiere cada unidad con su porción de deuda asumida, y el banco pasa a tener múltiples deudores parciales, con garantías individualizadas. Una vez que se concreta la compra de la unidad, el comprador asume su porción individual de deuda dentro del fideicomiso o estructura financiera del proyecto. Esto implica que el nuevo propietario no paga el valor total de la unidad al contado, sino que asume una deuda hipotecaria asociada exclusivamente a ese departamento. Esa hipoteca, ya segregada del resto del conjunto edilicio, pasa a estar registrada a su nombre y respaldada por la unidad que adquirió. Es decir, no hay una hipoteca única sobre todo el edificio, sino una por cada unidad que se activa al momento de la transferencia. Lo interesante del modelo es que esa deuda puede ser estructurada de manera flexible. Aunque el préstamo original del desarrollador haya sido a corto o mediano plazo —por ejemplo, a tres años— el comprador final puede refinanciar su porción en condiciones propias: convertir el valor correspondiente de su unidad en un crédito hipotecario de largo plazo, a 20 o 25 años, con cuotas mensuales ajustadas a su capacidad de pago.. Esto permite convertir un esquema de financiación corporativa en una solución de acceso al crédito habitacional para personas físicas. El financiamiento puede estructurarse bajo distintos sistemas de amortización (francés, alemán, entre otros), y los términos —tasa, moneda, plazos— pueden ser renegociados en función del perfil del comprador. Además, el deudor puede, con posterioridad a la compra, acudir a otra entidad financiera y realizar una subrogación de hipoteca o incluso cancelar la deuda existente y constituir una nueva en mejores condiciones. Este nivel de portabilidad y flexibilidad es impensable en modelos tradicionales de preventa, donde las unidades se pagan al contado o mediante cuotas directas al desarrollador, sin respaldo bancario ni instrumentos líquidos que permitan apalancamiento. La clave de este modelo radica en que abre la puerta a una mayor bancarización del proceso inmobiliario y habilita esquemas de acceso al crédito que no dependen de la solvencia del desarrollador, sino del comprador final. Además, genera productos financieros más transparentes, con garantías registradas individualmente, lo que mejora la trazabilidad de la deuda y potencia su eventual titularización. En este contexto, la implementación de hipotecas divisibles se presenta como un paso hacia la modernización del crédito inmobiliario y la construcción de un ecosistema más dinámico y seguro para todas las partes involucradas. Es importante aclarar que este régimen no aplica a desarrollos sin financiamiento bancario. No es un instrumento para proyectos financiados únicamente con capital propio o preventas. Para que exista una hipoteca divisible, debe existir una hipoteca, y por ende, un préstamo otorgado con garantía real sobre el inmueble. Sin ese crédito, no hay nada que dividir. Lo que permite la nueva figura es que ese crédito hipotecario no quede atado a la totalidad del inmueble de forma indivisible, sino que pueda fraccionarse jurídica y registralmente. En otras palabras, es un esquema que habilita una nueva forma de financiar obras con respaldo bancario, no un reemplazo del financiamiento tradicional. En Paraguay, la mayoría de los desarrollos inmobiliarios de escala media y alta no se financian mediante préstamos bancarios tradicionales. El modelo predominante se basa en una combinación de capital propio del desarrollador, preventas realizadas en etapa de pozo o construcción, y, en algunos casos, fideicomisos privados. Los bancos, por su parte, suelen mostrarse reticentes a otorgar créditos para la construcción, prefiriendo financiar la compra de unidades ya terminadas por parte de personas físicas. Las razones son múltiples: falta de un marco normativo claro, debilidad en los registros, alta informalidad, dificultad para registrar preventas con valor jurídico y la imposibilidad de dividir garantías hipotecarias. En este escenario, el desarrollador que decide tomar un crédito bancario se encuentra con un obstáculo: no puede escriturar ni transferir unidades mientras exista una hipoteca global sobre el inmueble, salvo que cancele la totalidad de la deuda. Este esquema no solo desalienta el financiamiento bancario, sino que obliga a los actores a operar en un entorno informal o a depender exclusivamente de capital propio, lo que limita la escala, eleva el riesgo y desalienta la inversión extranjera institucional. La adopción de una figura similar a la que ya rige en Argentina permitiría abrir una nueva etapa en la profesionalización del desarrollo inmobiliario en Paraguay, con impactos positivos en múltiples frentes: Mayor acceso al crédito bancario: los bancos podrían otorgar préstamos con respaldo hipotecario que luego se dividen entre múltiples adquirentes, con menor exposición y mayor liquidez. Facilitación de las escrituraciones: el desarrollador podría transferir unidades sin necesidad de cancelar toda la hipoteca, al tiempo que el comprador asume su parte de la deuda con total claridad jurídica. Reducción de la informalidad: se eliminaría la necesidad de operar con cesiones privadas o contratos que no ofrecen seguridad ni trazabilidad. Atracción de fondos institucionales: la posibilidad de estructurar garantías escalables y registradas facilitaría la llegada de capitales institucionales, tanto nacionales como internacionales. Fortalecimiento del régimen de preventas: la inscripción de boletos y contratos con efecto frente a terceros consolidaría un canal formal para financiar obras en etapa de ejecución, con menor riesgo para compradores y entidades financieras. En definitiva, Paraguay necesita dar el paso hacia un sistema jurídico más robusto, que acompañe la evolución natural del mercado. La implementación de las hipotecas divisibles —junto con un régimen de inscripción de boletos y contratos futuros, tal como el Decreto 1017/2024 de Argentina— permitiría un salto cualitativo que impactaría directamente en el crecimiento urbano, la transparencia de las operaciones y la bancarización del sector.
- Fundamentos Reales de un Mercado en Expansión: Más Allá del Relato Alarmista
El crecimiento urbano de Asunción responde a una lógica económica concreta, con marcos regulatorios sólidos y un perfil de inversión que desmiente los prejuicios externos. La reciente publicación del diario La Nación de Argentina, titulada “Rascacielos, crisis de vivienda y sospechas de lavado: el dinero argentino alimenta un boom de desarrollos en Paraguay”, propone una lectura alarmista del mercado inmobiliario paraguayo, anclada más en impresiones que en datos. Desde una óptica externa y simplificada, la nota intenta construir un paralelismo entre crecimiento urbano, flujo de capitales y prácticas sospechosas. Sin embargo, al examinar el fenómeno con mayor profundidad, se revela una realidad mucho más compleja y, sobre todo, más profesionalizada de lo que se sugiere. Paraguay no solo ha avanzado de forma significativa en materia de regulación financiera y prevención del lavado de activos, sino que también ostenta uno de los índices más bajos de riesgo en la región. Según el Basel AML Index —que compila información de organismos como el GAFI, el Banco Mundial y Transparencia Internacional— Paraguay registró en 2024 un puntaje de riesgo de 5, una baja respecto al 5,07 del año anterior, consolidando una tendencia descendente desde 2017. Dentro del contexto latinoamericano, el país figura entre los mejor posicionados en este indicador, lo cual desmiente categóricamente cualquier sugerencia de descontrol o permisividad institucional. La evolución regulatoria ha sido contundente. Aunque el sector inmobiliario fue considerado sujeto obligado desde 2007, no fue sino hasta la Resolución 94/2019 de la SEPRELAD que se definió con precisión quiénes debían cumplir con los requisitos de prevención: inmobiliarias, corredores, desarrolladores, comisionistas. Esta normativa fue ampliada de forma aún más estructurada en 2020, con la Resolución 201, que introdujo exigencias de manuales de cumplimiento, auditoría, políticas KYC y reportes obligatorios. Desde entonces, el sector pasó a estar fuertemente supervisado, con un régimen de sanciones que ha golpeado sobre todo a quienes no se adaptaron rápidamente a estas exigencias. Hoy en día, las inmobiliarias son el segundo grupo más numeroso de sujetos obligados en la SEPRELAD, solo detrás de las organizaciones sin fines de lucro, lo que confirma el grado de formalización y control que rige sobre esta actividad. Frente a ello, sorprende la liviandad con la que se emiten juicios en la nota argentina. Una afirmación particularmente llamativa es la que sugiere la existencia de una burbuja inmobiliaria en Asunción. No es la primera vez que se anuncia su inminencia: desde 2011 circulan pronósticos similares, todos desmentidos por la evolución sostenida —aunque no descontrolada— del mercado. El crecimiento en Asunción tiene lógica y fundamentos. Un ejemplo claro es el modelo de plusvalía en preventa. Muchos desarrolladores venden unidades en pozo a valores menores que los de mercado, y el inversor obtiene una ganancia al momento de la entrega. Ese margen de valorización no es producto de una burbuja especulativa, sino de un esquema lógico de captación de capital durante la obra. Además, si la zona donde se construye mejora su infraestructura, servicios y conectividad, ese capital sigue creciendo. De hecho, al hablar con numerosos agentes inmobiliarios en Asunción, la percepción generalizada es que, si bien existe oferta de departamentos terminados tanto en venta como en alquiler, no es tan abundante ni tan fácil de encontrar como podría suponerse desde afuera. Muchos productos con buena ubicación, diseño atractivo y precios razonables tienden a absorberse rápidamente, sobre todo en zonas con infraestructura consolidada o donde se concentra la demanda de jóvenes profesionales, parejas o extranjeros que buscan vivir cerca de sus centros de actividad. Esto también explica por qué ciertos edificios nuevos muestran una alta rotación o incluso listas de espera para determinadas tipologías. Por otro lado, no toda la oferta inmobiliaria tiene el mismo comportamiento. Hay edificios de lujo que aún tienen unidades disponibles incluso años después de su finalización, lo cual no necesariamente responde a una sobreoferta estructural general, sino que a una demanda naturalmente más acotada. El segmento de lujo implica departamentos de mayor metros cuadrados, con precios por metro cuadrado por encima del promedio, y cuya clientela potencial —clase alta local o internacional— suele preferir viviendas unifamiliares. En cambio, edificios semilujo, mejor ubicados, con unidades más compactas, bien diseñadas y con una relación precio-calidad más ajustada, muestran altos niveles de ocupación e incluso reventa activa. Pero lo que probablemente más distorsiona la percepción externa es el fenómeno de los departamentos aparentemente desocupados por la noche. A simple vista, un edificio con pocas luces encendidas puede parecer vacío, pero esa observación no resiste un análisis serio. Muchas viviendas están efectivamente ocupadas, pero la luz encendida en el living o la habitación principal no siempre es visible desde la calle. Cortinas blackout, vidrios espejados, balcones techados o interiores con disposición hacia patios internos impiden esa observación directa. En otros casos, las unidades se destinan a alquiler temporario o están en fases de ocupación normal, especialmente en edificios recién entregados. El perfil del comprador extranjero también cambia la lectura. Muchos argentinos, bolivanos y brasileños compran departamentos en Paraguay como resguardo de capital, dadas las condiciones macroeconómicas de sus países de origen. Esto no implica desuso ni improductividad, sino una lógica de diversificación patrimonial. Además, muchos de estos departamentos se alquilan mediante plataformas como Airbnb o Booking, con rotación variable según la temporada, o están simplemente en pausa entre contratos de alquiler. En un contexto de crecimiento demográfico y urbanización, la vacancia momentánea no puede interpretarse como sinónimo de falla estructural del mercado. La periodista argentina también omite otro dato crucial: los bienes incautados por causas relacionadas al lavado de activos en Paraguay son mayoritariamente casas, estancias, terrenos baldíos o propiedades rurales. Según los registros públicos de remates de la SENABICO, apenas dos departamentos ubicados en edificios antiguos del microcentro fueron subastados en los últimos años. El peso inmobiliario dentro del universo de bienes incautados es marginal, lo que debilita la tesis de que los desarrollos verticales de Asunción serían el vehículo preferido para operaciones ilícitas. En lugar de seguir reproduciendo miradas externas basadas en generalizaciones o prejuicios, es momento de asumir una conversación más rigurosa sobre el futuro urbano de Asunción. El mercado inmobiliario paraguayo no es perfecto, pero está lejos de ser una anomalía latinoamericana. Su crecimiento responde a fundamentos claros: macroeconomía estable, baja carga impositiva, inflación controlada, una clase media en expansión, y un ecosistema de desarrolladores que —con matices— ha profesionalizado cada vez más su propuesta. Paraguay no es tierra de especuladores. Es tierra de oportunidades, sí, pero también de reglas que se han ido consolidando, con un Estado más presente y un sector privado que, en muchos casos, busca hacer las cosas bien. Y si hay algo que sí necesita el sector, no son alertas sin fundamento, sino más análisis serios, más datos y más periodismo económico de calidad.